SuKarne negó ser adquiriente de bovinos procedentes de zonas donde se prohíbe la ganadería en Nicaragua, luego de que una investigación de la organización ambientalista Re:wild le acusara de ello.
Prueba de ello, agregó la empresa que encabeza Jesús Vizcarra, es que SuKarne no ha enfrentado ningún señalamiento o sanción por parte de autoridades nacionales o internacionales respecto a lo descrito en el informe e inclusive se le ha otorgado la certificación British Retail Consortium, señalada como "una de las certificaciones más estrictas a nivel mundial".
La compañía denunció que las acusaciones en el estudio "Carne en Conflicto: Cómo la industria ganadera está destruyendo los bosques de Nicaragua" carecen de sustento documental, geográfico o técnico verificable.
Consideró que los ambientalistas liderados por Camilo de Castro omitieron verificar fuentes oficiales y contrastar información con SuKarne antes de vincularla con la comercialización ilegal de ganado.
Reiteró que la amplia oferta de reses legales en Nicaragua hace que sea innecesario y hasta incongruente adquirirlas ilegalmente.
En su informe, Re:wild incluyó una réplica de SuKarne en la que ésta rechaza "categóricamente" las acusaciones; sin embargo, la empresa optó por difundir una segunda réplica, dirigida a la periodista Carmen Aristegui.
"Toda la cadena de producción y comercialización de SuKarne está sujeta a sistemas de trazabilidad auditables, certificados por Senasica, USDA, IPSA y BRCGS, entre otras entidades de prestigio internacional", se lee en el mensaje firmado por Raúl Carrillo Castaños, subdirector de Asuntos Corporativos de SuKarne.
"Señalamientos amplios que carecen de trazabilidad comprobable -con datos específicos de lotes, fechas, fierros y rutas de movilización- no pueden emplearse para atribuir a nuestra compañía prácticas que contravienen la ley o los principios éticos que la rigen".
El martes, Grupo REFORMA publicó que, según los ambientalistas de Re:wild, la negligencia y corrupción en Nicaragua están incentivando la comercialización y movilización ilegal de reses, principalmente hacia México, lo que amenaza a toda la industria ganadera de Norteamérica ante la plaga del gusano barrenador.
En julio, la Sader informó que SuKarne importó 4 mil 600 cabezas bovinas de Nicaragua como "parte de la estrategia para fomentar el tráfico seguro de ganado", lo que generó descontento y alarmó al sector ganadero mexicano, provocando que en el mismo mes la empresa cancelara la llegada de otras 5 mil 300 cabezas.