Un juez federal de Nueva York prohibió al empresario Manuel Arroyo y a sus firmas Grupo Lauman y Media Deportes México (MDM) disponer de cualquier bien, propiedad o cuenta que tengan en Estados Unidos, como sanción por desacato a una orden dictada a mediados de agosto para dejar de usar la marca Fox Sports en México.
Jed Rakoff, Juez de la Corte para el Distrito Sur de Nueva York, notificó este martes su orden, luego que Fox Corporation (FoxCorp) denunció el desacato que MDM ha buscado justificar con una demanda que presentó ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX).
"Las sanciones por desacato se mantendrán en vigor hasta que MDM y quienes actúan en asociación dejen de usar las marcas (de Fox), retiren la suspensión que dictó en su favor el Juzgado 42 Civil de la Ciudad de México el 27 de agosto, y se desistan de la demanda de la cual derivó dicha suspensión", ordenó el juez.
Rakoff ya había impuesto una multa de 200 mil dólares diarios a MDM por cada día que siguiera usando las marcas de Fox, pero ahora la extendió a Arroyo y Grupo Lauman, congeló bienes en Estados Unidos para garantizar su eventual pago, y determinó que dicho pago no se debe hacer a la Corte, sino directamente a FoxCorp.
Según FoxCorp, la orden que dictó el juez 42 Civil, Esteban Tapia, en favor de Lauman, pretende cerrar por completo las operaciones de la empresa estadounidense en México, que se están llevando a cabo por medio de plataformas como Caliente y Tubi.
En uno de sus escritos a la Corte, FoxCorp denunció que Arroyo amenazó a su director para América Latina, Carlos Martínez, cuando coincidieron en la carrera de Nascar en la Ciudad de México el pasado 15 de junio.
En marzo, FoxCorp había demandado a Lauman en una Corte Federal de Los Angeles, para exigir el pago de al menos 52 millones de dólares, por incumplir el pago de la licencia para transmitir los partidos de los clubes Pachuca y León.
En otro de sus escritos a la Corte, FoxCorp estimó que el grupo de Arroyo está ingresando 200 mil dólares diarios, de los pagos que hacen los 12.5 millones de suscriptores de televisión que transmiten sus canales, más los de plataformas digitales.