¡Solo seis meses!, es lo que lleva el presidente de Estados Unidos en el poder y sus resultados no han sido los esperados, ¿o sí? Veamos:
En términos de su popularidad, las cifras de las encuestas del mes de julio 2025, son muy cercanas. Según la última encuesta del NYT, las personas que desaprueban a Trump son 54% frente al 47% que aprueban. Rasmunssen tiene la cifra de un 50% de aprobación frente a un 48% que desaprueba y a la pregunta de si el país va en la dirección correcta, la casa encuestadora nos comparte la cifra de 45% de los que dicen que si frente a un 50% que dicen que no. Veamos Reuters/Ipsos, los que aprueban son el 41% frente a un 54% que desaprueban. En cambio, RMG research le da una ventaja de 4 puntos, en dónde la aprobación es del 52%, y la desaprobación del 48%. Una comparación muy interesante nos la da Gallup, en estos seis meses, Trump ha bajado del 47% al 40%.
Cómo sea, lo cercano de las cifras de aprobación y desaprobación nos permite ver que en realidad Donald Trump sigue en pie a pesar de sus pocos triunfos tanto en lo interno como en lo externo.
En términos económicos, en medio de su guerra arancelaria, la inflación, por ejemplo, tiene un acumulado en lo que va del 2025 del 2.2%. y el interanual en 2.7% con una tasa de variación del 0,3%. Para muchos las cifras reflejan de alguna manera el impacto de esas amenazas arancelarias, que por cierto empezará a recolectar sus frutos a partir del 1 de agosto, dicho por la vocera presidencial. Frutos que serán recolectados de todos los países que recibieron las famosas cartas intimidatorias. Nunca un epistolario había causado tanto nerviosismo y estragos sobre todo en la era de la información instantánea. Si habrá prorroga en esta ocasión está por verse, se antoja difícil porque la fecha de agosto es ya en sí una prórroga del 9 de julio, pero en el mundo de Trump, todo puede pasar.
A pesar de estas presiones, la narrativa de la administración, expresada por su vocera es de una positividad pasmosa. Los triunfos de Trump para Trump en estos seis meses son y la cito: ganarle a la inflación, triunfo en la seguridad nacional, haber terminado los conflictos mundiales, haber desaparecido el departamento de Educación, haber terminado con el asunto de hombres que participan en deportes de mujeres y haber detenido la castración química en los niños. Los últimos tres que son políticas internas, han tenido más “éxito” que la aseveración de haber terminado con los conflictos mundiales o ganarle a la inflación.
Incluso el tema de la seguridad del país ha tenido sus altos y bajos. Centrada sobre todo en la expulsión de inmigrantes indocumentados (criminales o no) la furia y fuerza con las que las redadas se han hecho en ciudades como Los Ángeles o Chicago, han modificado la visión que la ciudadanía norteamericana tiene al respecto.
En las encuestas hechas por CNN ypublicadas el 20 de julio, (día de los seis meses)en el tema de las medidas de línea dura frente a la inmigración ilegal, los encuestados consideraron en un 55% que las medidas han ido demasiado lejos. A nadie le gusta ver agentes no identificados deteniendo personas por las calles. Otro dato también de CNN es que el 57% se opone a los planes de construcción de centros de detención. Pero justo ese día también se acusó a un indocumentado de haber atacado a un agente del ICE (fuera de servicio) en un intento de robo en Nueva York. La condena del hecho se hizo al día siguiente desde una conferencia de prensa encabezada por el zar de la frontera y la secretaria de la Homeland, Kristi Noem. De todas maneras y a pesar de la guerra de narrativas en los medios, la polarización sigue presente ya que el 91% de los republicanos están a favor de las deportaciones, frente a la oposición del 59% de los independientes y el 86% de los demócratas.
En cuanto a los conflictos internacionales, no se han resuelto. Israel sigue bombardeando Gaza y lo que más apremia, (que es todo) es la hambruna, 875 personas han muerto, según Naciones Unidas, buscando comida, buscando ayuda humanitaria (13 de julio 2025), la desnutrición de los niños y un saldo total de 59 mil muertos. Bombardeos, órdenes de evacuación, hambre y desnutrición, no reflejan para nada la solución del conflicto.
La guerra sigue entre Rusia y Ucrania. A los seis meses de la llegada de Trump a la presidencia, Rusia sigue su ofensiva en una combinación de drones y misiles sobre Ucrania. La ofensiva rusa avance constantemente, ocupando territorio. Ambas partes insisten en que quieren sentarse a negociar, a dialogar, pero las entrevistas son a nivel de las delegaciones, (está prevista una reunión el miércoles 23 de julio en Turquía) mientras Putin sigue negándose a reunirse con Zelenszky. Estás acciones sobre todo de Putin han decepcionado mucho a Trump, quién no solo ha expresado su descontento, si no que ha roto su promesa de no mandar armamento a Ucrania. Va a enviar, vía Alemania y la Unión Europea, los sistemas patriot que Ucrania necesita para defenderse de los ataques rusos y que les serán entregados de esta manera indirecta. Lejos de resolver el conflicto, el armamentismo en la zona se incrementa y eso puede prolongar más la guerra.
Su retórica contra los aliados y adversarios ha provocado alianzas contrariaras al liderazgo de Estados Unidos, como ejemplo el acercamiento entre Rusia e Irán que en estos días practican un ejercicio naval conjunto llamado Casarex 2025 en el mar Caspio y cuyo lema es “juntos por un mar Caspio seguro” refleja el fortalecimiento ruso en la zona tras los bombardeos estadounidenses a Irán.
Así que y a pesar de la narrativa triunfalista de la administración de Trump, el camino para lograr los objetivos propuestos, necesitan más tiempo y eso es lo que tiene el presidente norteamericano a su favor, 3 años y medio por delante para llevar a cabo su proyecto, que la Historia juzgará por los resultados que obtenga.