Si alguna vez escucharon en alguna capacitación o lectura sobre estrategia empresarial la frase “una vez definida la estrategia, solo es cuestión de ejecutarla”, les invito a repensarla con mayor detenimiento. La realidad para las MiPyMEs en México es mucho más dinámica. Como mencionamos en columnas anteriores al hablar de la metodología SMART, de la norma ISO 9001 o de los ajustes cuando no se alcanzan las metas, el proceso de planeación estratégica no es un documento que se elabora una vez y se guarda en un cajón. Es un ciclo, un proceso vivo. Por eso, hoy reflexionaremos sobre una pregunta práctica:
¿Cada cuándo conviene realizar un ejercicio de planeación estratégica?
La respuesta tiene dos escenarios principales que todas las MiPyMEs deben considerar.
Escenario 1: Cuando se ha cumplido el plazo de la estrategia definida a largo plazo
Toda estrategia debe tener un horizonte claro. Algunas empresas lo establecen a 3 años, otras a 5. La clave es que, cuando se llega a esa fecha, no se debe asumir que simplemente se renovará la misma dirección. Es momento de replantear desde el inicio:
• ¿Siguen siendo válidas la misión y la visión de la empresa?
• ¿Nuestros objetivos SMART continúan alineados a las condiciones actuales?
• ¿Los indicadores definidos siguen midiendo lo correcto?
No replantear la estrategia al cumplir el ciclo puede ser tan riesgoso como no haber tenido estrategia. Para ilustrarlo:
Caso Kodak: En su momento líder mundial en fotografía, Kodak mantuvo su estrategia basada en películas fotográficas mucho más allá de lo prudente. Ignoró el auge de la fotografía digital, aun teniendo patentes propias en ese rubro.
Caso Blockbuster: Su modelo de renta física de películas fue exitoso por años. Sin embargo, al no actualizar su estrategia a tiempo frente a competidores como Netflix, terminó desapareciendo del mercado global.
Ambos ejemplos reflejan lo que ocurre cuando se asume que la estrategia sigue vigente solo porque “así siempre ha funcionado”.
Escenario 2: Cuando los factores internos o externos de la compañía cambian abruptamente
No siempre es necesario esperar al plazo formal de la estrategia para replantearla. Hay factores que pueden exigir un ajuste inmediato:
• Cambios en el mercado, como nuevas regulaciones, impuestos, tratados internacionales o crisis económicas.
• Cambios tecnológicos que impactan el modelo de negocio.
• Factores internos como una reestructura organizacional, rotación de personal clave o problemas de calidad en los productos o servicios.
Aquí cabe mencionar un caso menos mediático pero muy claro:
Caso Mexicana de Aviación: Aunque hubo múltiples causas en su cierre, una de las principales fue la falta de control interno en costos y de una cultura organizacional sólida que permitiera adaptarse a un entorno altamente competitivo. A diferencia de Kodak o Blockbuster, aquí el problema nació dentro de la propia organización.
¿Reformular completamente o solo ajustar la estrategia?
No siempre es necesario tirar todo por la borda. Aquí comparto algunas guías prácticas para las MiPyMEs mexicanas:
• Indicadores por debajo de meta recurrentemente: Si durante varios periodos se observan resultados negativos y ya se han hecho ajustes operativos, probablemente sea momento de replantear la estrategia.
• Cambios externos incontrolables: Por ejemplo, un cambio en el tipo de cambio que afecta el costo de importaciones, o nuevas regulaciones fiscales. En estos casos, revisar y ajustar puede ser suficiente si el impacto es parcial.
• Cambios internos de fondo: Si la organización crece de manera significativa o entra a un nuevo mercado, se recomienda replantear completamente la estrategia.
Una práctica útil es realizar un “diagnóstico de salud estratégica” al menos una vez al año. Esto no significa replantear todo, sino validar:
• Si la misión, visión y valores siguen vigentes.
• Si los objetivos SMART continúan siendo relevantes.
• Si los procesos siguen alineados con la norma ISO 9001 u otros estándares de gestión de calidad.
• Si los indicadores clave de desempeño (KPIs) reflejan la realidad actual.
Tres preguntas clave para las MiPyMEs mexicanas
1. ¿Nuestros objetivos estratégicos siguen siendo SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con tiempo definido)?
2. ¿Nuestros procesos cumplen con los principios de mejora continua, como exige la ISO 9001?
3. ¿Tenemos mecanismos formales para identificar cuando un ajuste es necesario antes de que el mercado nos obligue a hacerlo?
Conclusión
Al igual que en “El Rey León” de Disney, donde se nos enseña que la vida es un ciclo sin fin, la planeación estratégica de una empresa también lo es. No es un destino fijo, sino un recorrido que debe adaptarse a las estaciones y a los cambios del entorno.
Para las MiPyMEs en México, la disciplina de revisar, ajustar y, cuando sea necesario, replantear por completo su estrategia puede ser la diferencia entre mantenerse vigentes o convertirse en el próximo ejemplo de lo que no se debe hacer.
Los invito a reflexionar con su equipo: ¿Dónde están hoy en ese ciclo? ¿Es momento de ajustar o de replantear desde cero?