Mis amables lectores, comenzamos una semana más de este 2025 con la expectativa de los acelerados y derrapones del fin de semana: unos más encarrilados, y otros, pues, ya están por descarrilarse. Abrimos este bloque con lo ocurrido durante el flamante Día del Servidor Público, celebrado en la Velaria San Marcos. Hay que reconocer el esfuerzo de quienes organizan y amenizan este día tan “importante”, ya que se ha vuelto costumbre traer al artista de moda —cosa que se agradece entre los servidores públicos. Y una muestra del agradecimiento fue que, sin que nadie lo pidiera, de forma natural y espontánea, comenzó a escucharse el nombre de quien podría convertirse en el próximo número uno del estado, en 2027.
Todo comenzó con unos simples murmullos y acabó en gritos de aliento para el del bigote, ese oriundo de la colonia Del Trabajo que, evento tras evento, se nota cada vez más sólido al caminar… y al decir. El “Cachorro” de nuestro último fantástico —ese gran héroe de la película— ya se ve muy atrás, y todo apunta a que esa ventaja, esta vez, no se cederá. Este es un mensaje durísimo para quienes se aferran a lo imposible, ya que, dadas las condiciones —y con un CEN en contra de la número uno del estado— todo indica que la opción será refugiar a su rebaño político en la alcaldía capital, donde por ahora solo destacan dos nombres: por el lado femenino, Mónica Becerra; y por el otro género, el “Simba” Galo, ese que prefiere el agua de horchata a la de jamaica (dicho por él, no es calumnia).
Por lo que se ve, todo indica que la mandamás ya no tiene muchas opciones, porque, aunque algunos y algunas siguen con su veladora encendida, las simpatías claramente no están con ellos. Solo basta ver los desaires, y el desdén con que algunos de los alucinados relegados se manejan, como el contralor estatal, que anda en todo… menos en lo que le pagan.
Siguiendo con la efervescencia política, el viernes se realizaron dos reuniones importantes. Una de ellas involucra a la grilla hidrocálida (círculo rojo), donde brillaron por su ausencia los actores guinda, que hasta una famosa apuesta perdieron. Pero era de esperarse, ya que el perdedor —y ahora innombrable— nunca asiste. El tema de reunirse con personas de otro partido nunca se le ha dado, y ahora menos: ya no es negocio. Lo curioso es que perdió con el más ferviente panista del grupo (David Romo), quien —según cuentan en dicho chat— no lo dejó en paz ni un solo momento. Así que la huida de Arturito fue, quizás, la mejor estrategia para mantenerse en la lucha y evitar que le quitaran la máscara antes del 27.
En el otro frente fue la fiesta del Chicahual mayor, quien actualmente cobra como dirigente —y supuesto mandamás— azul en el comité estatal (ajá...). Ahí, la alta alcurnia panista del Lunar Azul se dio gusto celebrando a su jefe político: copas agitadas, brindis sinceros, y una sola conversación de fondo: la inminente llegada del bigotón a la candidatura azul al gobierno del estado en 2027. Lo que sí se discute, y en tonos candentes, es quién lo acompañará en la candidatura a la alcaldía capitalina.
Blindaje de utilería
El caso del Centro Comercial Agropecuario ya no se puede tapar con discursos ni con blindajes de cartón. Lo dice un viejo axioma de estrategia: para corregir un problema, primero hay que reconocerlo. Desde hace tiempo se sabía que el cobro de piso y la extorsión no eran ajenos a Aguascalientes. Aun con el blindaje presumido desde el día uno de este gobierno, los grupos delincuenciales comenzaron a infiltrarse en distintas actividades económicas, imponiendo proveedores y restringiendo libertades comerciales.
En el Agropecuario, por ejemplo, los comerciantes son forzados a comprar únicamente a quienes ellos aprueban. No hay margen, no hay opción. Y, peor aún, no hay resultados.
No existe pretexto ni excusa que justifique la inacción de quien hoy encabeza el aparato de seguridad del estado. Tiene bajo su mando las policías municipales, la estatal, la procuración de justicia y, por si fuera poco, el tan aclamado sistema de inteligencia C5 —multipremiado, moderno y, según el folleto oficial, el mejor del país… y del mundo mundial.
Entonces, ¿para qué sirven los operativos vistosos entre bodegas si no se ven resultados reales? ¿De qué sirve caminar con cámaras si nadie camina con valor?
La ciudadanía está lista para respaldar a las autoridades si hacen las cosas bien. Pero lo que no se acepta es el intento de convertir a la prensa o a la opinión pública en enemigos. Si hay algún medio, periodista o comunicador coludido con los malosos, que se proceda conforme a derecho. Con pruebas, no con shows. Con evidencias, no con palos de ciego legislativos.
Estamos a tiempo. Aún. Y las autoridades locales saben que cuentan con respaldo federal si en verdad quieren limpiar Aguascalientes de esa plaga.
Porque si no pueden… que no presuman.
Hasta aquí subió la roca.