Jueves 26 de Junio de 2025 | Aguascalientes.

Subcotidianidad cultural

Bismarck Izquierdo Rodríguez | 23/06/2025 | 18:20

“Soy como nuestros escultores: lo humano me satisface, 
pues allí encuentro todo, hasta lo eterno”.
 
Marguerite Yourcenar,  fragmento de Memorias de Adriano
 
Durante las semanas recientes, a nivel estatal, se suscitaron eventos que no recibieron la suficiente difusión en medios nacionales, como lo fueron las protestas en contra de la construcción del nuevo museo nacional olmeca en Tabasco, así como la desaparición del centro cultural “Ciudad de las Artes” en Tepic, Nayarit.
En el caso tabasqueño, las autoridades aducen que la necesidad de conservar las piezas bajo las nuevas reglamentaciones museográficas demandan que se coloquen en un recinto moderno y adecuado a lo que se les ha señalado por parte de expertos durante décadas. Si bien en la parte técnica se ha justificado la necesidad del proyecto, la esfera cultural “choca” con la realidad tabasqueña, misma que reclamó que no debía destinarse recurso a dicha obra en el contexto aciago de inseguridad y falta de recursos para atender cabalmente a sus habitantes.
Para el caso nayarita, el renombrado actor Joaquín Cosío, elevó mediáticamente la protesta para detener la demolición del complejo cultural Ciudad de las Artes, sin embargo, de manera insatisfactoria durante el fin de semana pasado fue derrumbado, bajo el ilusorio compromiso oficialista de incluir instituciones culturales en el estadio proyectado. Protestar y reclamar no hace mella a los gobiernos de la falsa transformación. Desde aquí solidaridad con los afectados por esta decisión en Tepic.
En sendos casos, los gobiernos estatales claudican en leer y evaluar la realidad imperante, ya que aunado a la crítica situación nacional con un gobierno federal quebrado que persiste e insiste en invertir en proyectos banales y propagandísticos, se siguen dejando de lado las necesidades básicas de sus gobernados. Para los casos en mención, los gobernadores May y Navarro intentaron pasar por encima de las voces discordantes y sintieron el repudio popular. 
Bajo este escenario, reitera quien escribe estas líneas, lo que ya se ha dicho en diversos foros y auditorios: las obras que trascienden a México son sus obras de la cultura. En la posteridad prevalecerán las obras de la cultura como testimonio de nuestro paso por esta vida. Claro, hay derechos humanos fundamentales que deben garantizarse de manera prioritaria pero en el caso de la cuestión cultural, no es la mejor de las decisiones el sacrificar la política cultural por causas propagandísticas o de falsa austeridad republicana. El gobierno federal ya ha fracaso rotundamente en esta rama con el proyecto de Chapultepec, con los semilleros culturales y con la caída del Fondo de Cultura Económica.
Finalmente, la carta de presentación de México ante el mundo es su cultura compuesta por creadores, gestores, públicos, infraestructura y legado de pueblos originarios. Una vez más, el oficialismo en su subcotidianidad le ratifica al gremio artístico de México que no está ni estará con ellos. La cultura sometida al poder siempre será propaganda… y vaya que ya transcurrieron siete años —y contando— de mucha propaganda del bienestar cultural.
Simplemente lamentable y alarmante.
 
Bismarck Izquierdo Rodríguez
Secretario de Cultura del CEN del PRI 
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