Domingo 17 de Agosto de 2025 | Aguascalientes.

Sheinbaum en el G7: el nuevo rostro de México en el tablero global

Nélida Chavero Becerril | 20/06/2025 | 11:09

La participación de la Dra. Claudia Sheinbaum en la reciente cumbre del G7, celebrada en Kananaskis, Canadá, su tercera gira internacional como presidenta de México y por primera vez en la historia, una presidenta mexicana participa en la Cumbre de Líderes del G7, no solo marcó un nuevo capítulo en la política exterior del país, sino que confirmó algo más profundo: México ha decidido hablarle al mundo desde una renovada visión institucional, reafirmando una diplomacia activa.

En un entorno todavía dominado por liderazgos masculinos, la presencia de Sheinbaum fue también un símbolo potente de la transformación paritaria del poder político. Junto a figuras como Giorgia Meloni y Ursula von der Leyen, la presidenta mexicana fue una de las tres mujeres jefas de Estado presentes en el foro.

Su participación ante las democracias industrializadas más influyentes del planeta, lejos de ser meramente simbólica, envió un mensaje claro: México busca reconfigurar su papel geoeconómico y diplomático. A diferencia del sexenio anterior, que optó por una política exterior de bajo perfil, esta administración parece decidida a jugar en las grandes ligas, con portafolios concretos, propuestas innovadoras y una narrativa coherente frente a los grandes desafíos globales.

Uno de los principales logros de la visita fue la presentación del llamado “Plan México” ante el Business Council of Canada, que agrupa a más de 170 de las principales empresas del país. Este plan, enfocado en la atracción de inversión extranjera directa (IED), apunta a sectores estratégicos como la energía limpia, la infraestructura ferroviaria, los semiconductores y las cadenas logísticas compartidas.

Empresas como TC Energy —ya presente en megaproyectos energéticos del norte mexicano— y ATCO, especializada en infraestructura y servicios públicos, manifestaron interés en ampliar sus inversiones. Considerando que Canadá es actualmente el tercer socio comercial de México —con un comercio bilateral que alcanzó los 28,700 millones de dólares en 2023, según Statistics Canada— estos acercamientos podrían traducirse en inversiones sustantivas en el corto y mediano plazo.

Además, Sheinbaum propuso organizar una “Cumbre por el Bienestar Económico” con actores clave del Sur Global, como India y Brasil, junto con aliados occidentales como Canadá y la Unión Europea. Esta iniciativa busca ir más allá del comercio, estableciendo puentes en transferencia tecnológica, cooperación científica y financiamiento climático.

Uno de los momentos más comentados fue su propuesta de destinar al menos 1?% del gasto militar global a programas ambientales, como la reforestación y la protección de cuencas. Dicha cifra —que, según el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), equivaldría a alrededor de 27,180 millones de dólares anuales, considerando que el gasto militar global en 2024 fue de 2.718 billones de dólares— tiene el potencial de generar empleo rural para millones de personas. La propuesta fue bien recibida, especialmente por líderes como Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, quien la respaldó públicamente. Se trata de una iniciativa audaz que alinea la política exterior mexicana con una agenda climática y socialmente incluyente.

La mandataria viajó acompañada por un equipo de alto nivel —Cancillería, Hacienda, Economía y Seguridad— lo que refuerza una visión de política exterior técnica, articulada y con perspectiva de Estado. Este enfoque, basado en capacidades institucionales, busca dar continuidad y profundidad a largo plazo.

La participación de Claudia Sheinbaum en el G7 no fue un gesto simbólico ni un acto protocolario. Fue la señal clara de que México está decidido a ocupar un lugar central en el escenario internacional. Un país con una economía en crecimiento, liderazgo institucional renovado y visión de futuro.

En un mundo donde el aislamiento ya no es opción, México ha optado por dialogar, proponer y construir. La política exterior, como la historia, no se improvisa. Y en Kananaskis, quedó claro que esta vez México está escribiendo una nueva página con estrategia, con técnica y con rumbo.