Martes 1 de Julio de 2025 | Aguascalientes.

ISRAEL E IRÁN: RIESGOS Y ESCENARIOS

Dr. José Antonio Quintero Contreras | 18/06/2025 | 11:28

El conflicto entre Israel e Irán ha entrado en una nueva fase crítica. Lo que por años se desarrolló en la penumbra de la inteligencia, el sabotaje y la guerra por delegación, hoy se manifiesta en ataques directos, declaraciones abiertas y un clima regional cargado de tensión. Este enfrentamiento, que tiene profundas raíces ideológicas, geopolíticas y estratégicas, la enemistad entre Israel e Irán se consolidó tras la Revolución Islámica de 1979. Desde entonces, el régimen iraní ha adoptado una postura beligerante hacia el Estado israelí, negándole legitimidad y apoyando a grupos armados como Hezbollah en Líbano, Hamas y la Yihad Islámica en Palestina. Israel, por su parte, considera a Irán una amenaza existencial, especialmente por su programa nuclear y su red de milicias regionales que operan cerca de sus fronteras.
 
De la guerra en las sombras a los ataques directos
Durante años, el conflicto se desarrolló principalmente mediante operaciones encubiertas. Israel ejecutó numerosos bombardeos a convoyes de armas iraníes en Siria, ataques cibernéticos, y eliminación selectiva de científicos nucleares iraníes. Irán, en contraparte, utilizó a sus aliados regionales para hostigar a Israel con ataques de cohetes, drones y atentados contra intereses israelíes en el extranjero.
 
Sin embargo, desde 2023 el enfrentamiento ha adquirido un carácter mucho más abierto. El 7 de octubre de ese año, una ofensiva sin precedentes por parte de Hamas desde Gaza, que dejó más de 1,200 israelíes muertos, fue vista en Israel como una acción respaldada directa o indirectamente por Teherán. Desde entonces, las respuestas militares israelíes se intensificaron no solo contra Gaza, sino también contra milicias pro-iraníes en Siria, Líbano e Irak.
 
En abril de 2024, Irán lanzó un inédito ataque directo contra Israel: más de 170 drones y misiles balísticos fueron interceptados en su mayoría por el sistema de defensa israelí y el apoyo de aliados occidentales. Israel respondió bombardeando instalaciones en la provincia de Isfahán, cerca de sitios nucleares sensibles. Aunque evitó una escalada total, la línea roja de los ataques directos fue cruzada.
 
El componente nuclear: punto de no retorno
El programa nuclear de Irán ha sido un eje constante de preocupación internacional. Aunque Teherán afirma que su desarrollo tiene fines pacíficos, informes del OIEA indican enriquecimiento de uranio a niveles cercanos al grado armamentístico. Actualmente, Irán posee al menos 60 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, según informes de marzo de 2025, lo cual representa un umbral peligroso.
 
Israel ha reiterado que no permitirá que Irán se convierta en una potencia nuclear. Su estrategia incluye sabotajes, presión diplomática y, un ataque preventivo a instalaciones nucleares. A diferencia de otras ocasiones, hoy cuenta con tecnología militar de vanguardia, una red de inteligencia consolidada y una voluntad política clara para actuar de manera decisiva. Aunque los riesgos son elevados, Israel considera que el costo de la inacción sería aún mayor.
 
Factores internos y dinámica política
En Israel, el liderazgo de Benjamin Netanyahu enfrenta una situación política complicada. Las protestas internas por la reforma judicial, la guerra en Gaza y los desacuerdos en su coalición de gobierno lo han llevado a buscar una narrativa de firmeza y seguridad nacional. Un conflicto con Irán refuerza su posición interna, al menos temporalmente.
 
En Irán, el régimen también enfrenta presiones internas. La crisis económica, las sanciones internacionales, la desconfianza social tras las protestas por la muerte de MahsaAmini y la reciente muerte del presidente EbrahimRaisi en un accidente aéreo han debilitado al aparato estatal. 
 
Perspectivas y escenarios futuros
Los próximos días y semanas son críticos, donde existen al menos tres escenarios:
Escalada controlada: ambas partes continúan intercambios militares limitados, evitando ataques masivos que impliquen pérdidas civiles masivas. Esta opción requiere mediación internacional intensa, pero podría permitir a Israel consolidar logros militares puntuales sin desatar una guerra total.
 
Ofensiva exitosa de Israel: en este escenario, Israel logra neutralizar infraestructura clave del programa nuclear iraní mediante una serie de ataques quirúrgicos con apoyo táctico de aliados estratégicos. Aunque generaría tensiones regionales, el golpe podría retrasar significativamente la capacidad nuclear de Irán y enviar un mensaje de disuasión creíble. Este escenario podría fortalecer la posición diplomática israelí y redefinir el equilibrio de poder en Medio Oriente.
 
Contención diplomática: bajo presión de Estados Unidos, la Unión Europea y actores regionales como Arabia Saudita, Qatar y Egipto, ambas partes podrían entrar en una fase de negociación indirecta. Este escenario, aunque el más deseable desde una óptica humanitaria, depende de la disposición iraní a ceder en su programa nuclear, lo cual es incierto.
 
En conclusión, el conflicto entre Israel e Irán ha dejado atrás las operaciones encubiertas para instalarse en un terreno mucho más visible y estratégico. Frente a la amenaza nuclear iraní y la proliferación de milicias hostiles en sus fronteras, Israel ha optado por una postura firme que podría, si se ejecuta con precisión, alterar el curso del equilibrio regional. El éxito de una ofensiva quirúrgica contra instalaciones críticas iraníes no está garantizado, pero es posible dada la superioridad tecnológica israelí y la debilitada capacidad de respuesta del régimen de Teherán.
 
Mientras tanto, Medio Oriente continúa transitando una etapa de redefinición geopolítica, donde el desenlace de esta confrontación marcará el rumbo de la seguridad regional por años venideros.
(*) Doctor en Economía
 
Instagram: @TonyQuinteroC
Twitter: @yosoytonyqc