El gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum ha comenzado con una mezcla de expectativas y desafíos que, si bien eran previsibles en algunos aspectos, han alcanzado dimensiones imprevistas en otros. A seis meses de su mandato, la presidenta enfrenta un escenario complejo, marcado por varios frentes que requieren atención urgente. Entre estos se destacan la relación con Estados Unidos, el entorno económico, la reforma judicial y, sobre todo, el persistente desafío de la inseguridad, que continúa siendo uno de los principales pendientes de su administración.
Uno de los primeros retos significativos ha sido, sin duda, el manejo de la relación con Estados Unidos, particularmente en torno a las políticas de Donald Trump. La guerra comercial, las amenazas en materia migratoria y los acuerdos en seguridad y economía han exigido un nivel de diplomacia estratégica que no estaba plenamente delineado al inicio de su gestión. La postura firme de la presidenta en defensa de la soberanía nacional le ha permitido mantener un diálogo fluido con Washington que, aunque cauteloso, no ha cedido en aspectos clave como la protección de los derechos humanos y el rechazo a medidas unilaterales por parte del gobierno estadounidense.
La complejidad de las negociaciones ha puesto a prueba su capacidad para operar bajo una presión externa considerable. Si bien no se pueden afirmar "victorias" claras, sí puede reconocerse que ha logrado preservar la estabilidad en la relación bilateral, lo cual es, dadas las circunstancias, un logro notable.
En el ámbito económico, los primeros meses han estado marcados por una desaceleración que, aunque no atribuible únicamente al nuevo gobierno, sí ha evidenciado las limitaciones de algunas políticas internas. El contexto global ha sido particularmente desafiante, pero la falta de una reforma fiscal de fondo —que diversos analistas consideran urgente para fortalecer las finanzas públicas— ha generado tensiones en el debate público. La presidenta ha optado por un enfoque cauteloso, priorizando la estabilidad de corto plazo en un entorno donde el crecimiento económico no se está materializando como se esperaba y donde la proyección de largo plazo aún no se visualiza con claridad.
En cuanto a la reforma judicial en marcha, al ser un proceso inédito y con premura en su implementación, está representando un reto para todos los actores involucrados. Aunque la presidenta ha mostrado sensibilidad ante la necesidad de una transformación profunda del sistema de justicia, lo cierto es que se enfrenta a un entramado institucional complejo, con fuertes resistencias internas, falta de consensos y presiones de diversos actores del sistema. La ausencia de independencia judicial y la corrupción sistémica siguen siendo los principales lastres que afectan la eficacia del aparato judicial. Es, sin duda, uno de los temas más urgentes, pero también uno de los más difíciles de abordar, pues requiere no solo voluntad política, sino también una reestructuración institucional profunda.
En materia de seguridad, los problemas heredados continúan siendo un dolor de cabeza para la administración. A seis meses de gobierno, los índices de criminalidad se mantienen elevados y la percepción de inseguridad entre la ciudadanía no ha disminuido de manera significativa. No obstante, la postura firme que ha asumido el gobierno frente a la delincuencia organizada ha comenzado a arrojar resultados visibles, que poco a poco parecen reflejarse en una mayor confianza ciudadana.
En resumen, los primeros seis meses del gobierno de Claudia Sheinbaum han estado marcados por un alto voltaje político. El reto ahora será transitar de la gestión de crisis a la implementación efectiva de políticas públicas, y de ahí a la obtención de resultados concretos. Pese a los desafíos, el balance general de este breve periodo permite cierto optimismo. Nadie puede negar que la presidenta ha logrado mantenerse en pie frente a múltiples adversidades. Claudia Sheinbaum ha demostrado ser una mujer inteligente y disciplinada, y esas son, sin lugar a dudas, dos de sus principales fortalezas.
