Fue un debut de altura. O casi, pues dentro del avión presidencial Air Force One, frente a decenas de periodistas, el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, presentó por primera vez la llamada “tarjeta dorada”, una especie de llave de acceso a la Unión Americana para multimillonarios.
La también llamada “visa dorada” está pensada para que aquellas personas que puedan comprobar una fortuna o ingresos por más de cinco millones de dólares accedan a beneficios migratorios a los Estados Unidos.
“Cinco millones. Por cinco millones, esta tarjeta podría ser suya. Esta fue la primera de las tarjetas, ¿saben de qué tarjeta se trata? Es la tarjeta dorada, la tarjeta Trump, la tarjeta de oro.
“Yo soy el primer comprador, no sé quién será el segundo, pero yo soy el primero. Probablemente estará disponible en menos de dos semanas. Muy emocionante, ¿no les parece? ¿Alguien quiere comprar una?”, preguntó el mandatario.
¿Quienes pueden aplicar para la tarjeta dorada?
Hasta el momento existe cierta opacidad con respecto a quienes podrán obtener la famosa visa dorada, solo se sabe que aquellas personas que puedan comprobar ingresos o una fortuna que ascienda a los cinco millones de dólares podrán obtenerla.
“El programa promete una vía directa a la residencia permanente en Estados Unidos, acelerando el proceso hacia la tarjeta verde y, eventualmente, la ciudadanía; así como el posible acceso a uno de los pasaportes más sólidos del mundo desde el punto de vista de la movilidad global.
“El programa existente, que la tarjeta dorada reemplazaría, requería una inversión significativamente menor, de entre 800 mil y un millón de dólares. En cambio, el nuevo límite de 5 millones de dólares podría disuadir a posibles solicitantes con serias intenciones empresariales que podrían contribuir a la economía estadounidense”, explica Emma Prodromou, gerente de expansión comercial en Mauve Group.
También se desconoce cuántas personas se han sumado al nuevo proyecto, por el que recibirán una tarjeta con la efigie de Donald Trump, su firma y la rimbombante cifra de cinco millones de dólares.