Miércoles 16 de Abril de 2025 | Aguascalientes.
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EL DISCURSO VACÍO

Magdalena Espinosa | 18/03/2025 | 11:11

Una vez más pasó el 8 de marzo, Día de la Mujer, fecha dedicada a conmemorar la lucha que por años, miles de mujeres han mantenido por el respeto de sus derechos, y para vivir en un mundo igualtario y equitativo. 
 
Instituciones, gobiernos y quienes están al frente, se envuelven en un halo violeta, sólo por ese día, y se apresuan a decir que hemos avanzado y que la mujer ocupa espacios que antes le estaban vedados, sin embargo, hoy más que nunca podemos decir que sí claro, ha habido avances, pero en realidad, se trata de un discurso vacío e hipócrita, para calmar la conciencia de quienes tienen en sus manos la oportunidad de hacer cambios.
 
Se organizan desayunos para "celebrar" a las mujeres, también se realizan conferencias sobre el importante papel de la mujer en la sociedad, y hasta se atreven a regalarles flores, felicitarlas y darles el día. Afirmo de manera contundente que siguen sin entender de qué se trata, a las mujeres nos siguen diciendo que nuestros derechos están garantizados, pero eso es solo la teoría porque la práctica es muy distinta.
 
Sería mejor que se ahorraran el dinero y empezaran a hacer cosas que les costarían menos, pero que tendrían mayores efectos en la sociedad y sobre todo, garantizarían de una manera más determinante la salvaguarda de los derechos de las mujeres, por ejemplo, dejar de proteger a los violentadores, que se mantienen enquistados en todas las áreas del servicio público.
 
Sin embargo, es muy común encontrar en las oficinas públicas a mujeres que tienen que aguantar de manera silenciosa la violencia de un jefe, el acoso de un compañero o comentarios misóginos, y, a la hora de quejarse obtiene por respuesta un cambio de área, mientras que quien la agredió mantiene de manera sistemática las mismas actitudes con la siguiente compañera.
 
Es verdad que se realizan esfuerzos para prevenir la violencia en los diferentes ámbitos, pero seguirán siendo insuficientes en tanto no se atiena el otro lado y quienes tienen en sus manos la posibilidad de cambiar las cosas sean más sensibles para buscar alternativas encaminadas a la reeducación y resocialización de los hombres violentos, entonces estaríamos hablando de un discurso con sentido e iríamos en el camino correcto para eliminar el problema.