El presidente del Estado de Israel, Isaac Herzog, transformó hoy el acto anual en recuerdo del Holocausto en una diatriba contra «las instituciones internacionales» que, según sus palabras, «manipulan la definición de genocidio con el único fin de atacar a Israel».
El acto, que se celebra cada 27 de enero en la Asamblea General de la ONU, fue utilizado por Herzog en primer lugar para condenar al grupo islamista palestino Hamás por los atentados del 7 de octubre de 2023, que dejaron 1.200 israelíes muertos y más de 200 secuestrados, sin una palabra sobre la guerra que Israel lanzó después contra Gaza y que ha dejado más de 47.000 muertos, según fuentes de la Franja.
Herzog no venía a la ONU desde aquella fecha, y tomó la palabra tras el secretario general, António Guterres, a quien el Gobierno israelí ha declarado «persona non grata». Herzog saludó a Guterres por el acto de hoy pero no se ahorró sus ataques contra la ONU y lo que llamó «las instituciones internacionales», como el Tribunal Penal Internacional (TPI).
Desde la tribuna de la Asamblea, Herzog -considerado un moderado dentro de su país- descalificó a la propia asamblea por su «bancarrota moral» por no dedicarse a luchar contra el yihadismo, mientras que «instituciones como el TPI optan por la hipocresía más indignante y por proteger a los perpetradores de atrocidades, borrando toda distinción entre el bien y el mal, las víctimas y los monstruos asesinos».
Continuó afirmando que esas «instituciones internacionales permiten que florezcan las doctrinas genocidas antisemitas» y que «la brújula moral de muchos en esta familia de naciones está tan desorientada que no reconocen las verdades más elementales (pero) manipulan esas instituciones».
Se desconoce si Herzog se reunirá con Guterres a lo largo de la jornada, después de que en el último año las relaciones entre Israel y la ONU en general se hayan deteriorado hasta la práctica inexistencia.
Por lo demás, el acto de recuerdo de hoy incluyó la intervención de supervivientes del Holocausto y el viaje de varias personas desde Israel, así como judíos de otros países del mundo, que aplaudieron muy efusivamente a Herzog.
En cuanto a Guterres, que se atuvo en su discurso a los hechos mismos del Holocausto, recordó que es necesario hablar de esa masacre porque «saber la historia del Holocausto es saber lo bajo que puede caer la humanidad (…) y comprender que todos tenemos un deber solemne: denunciar el odio y defender los derechos humanos para todos».
«Debemos condenar el antisemitismo, del mismo modo que debemos condenar todas las formas de racismo, prejuicio y fanatismo religioso», concluyó el secretario general.