Benjamín Cervantes Vega | 17/01/2025 | 17:43
En los últimos días, ha circulado en redes el tan esperado PLAN MÉXICO de la Secretaría de Economía, una iniciativa que busca posicionar a nuestro país entre las diez principales economías del mundo para 2030. Sin embargo, en medio de sus ambiciosas metas y proyecciones, existe una notable ausencia: la Inteligencia Artificial (IA), una tecnología que está revolucionando las economías globales.
Esta omisión resulta particularmente desconcertante en un momento en que países como Estados Unidos, China e India están invirtiendo masivamente en el desarrollo de capacidades en IA. Mientras estas naciones reconocen la IA como un motor fundamental para el crecimiento económico futuro, el Plan México parece dar un paso al costado en esta carrera tecnológica.
Si bien el plan aborda aspectos cruciales como el nearshoring y el desarrollo de corredores industriales, la ausencia de una estrategia específica para la IA podría limitar significativamente nuestra competitividad global. La IA no es simplemente otra herramienta tecnológica; es un elemento transformador que está redefiniendo sectores enteros, desde la manufactura hasta los servicios financieros.
Los sectores estratégicos identificados en el plan - automotriz, aeroespacial, electrónico y farmacéutico - son precisamente aquellos donde la IA está generando las mayores disrupciones e innovaciones. ¿Cómo pretendemos competir globalmente en estos campos sin una estrategia clara para desarrollar y adoptar tecnologías de IA?
Los incentivos fiscales contemplados en el Plan México deberían reorientarse específicamente hacia la innovación tecnológica y el desarrollo de la IA. No basta con incentivos generales; se requieren estímulos focalizados que impulsen la investigación, desarrollo e implementación de soluciones basadas en IA en todos los sectores productivos.
Es momento de que nuestros políticos entiendan que la IA no es una opción, sino una necesidad estratégica. El Plan México debe evolucionar para incluir objetivos concretos en materia de IA: desarrollo de talento especializado, incentivos para la investigación y desarrollo, y marcos regulatorios que fomenten la innovación responsable.
La omisión de la IA en el Plan México podría convertirse en un nuevo fracaso histórico para nuestro país si no se corrige el rumbo inmediatamente. En un mundo donde la competitividad económica está cada vez más ligada a las capacidades tecnológicas, ignorar el papel fundamental de la IA es condenar a México a quedarse rezagado en la carrera global por el desarrollo y la innovación.