Miércoles 16 de Abril de 2025 | Aguascalientes.

Un Jubileo para todos

P. Rodrigo Macías Mora | 04/01/2025 | 21:35

El pasado 24 de diciembre de 2024 el papa Francisco dio inicio al Jubileo Ordinario de 2025 “Peregrinos de esperanza”.  Durante la misa de Navidad el papa abrió la Puerta Santa la cual permanecía cerrada desde 2016 año en el que se celebró el Jubileo extraordinario de la misericordia. 
 
Como bien sabemos para este jubileo el papa ha querido resaltar el aspecto de la peregrinación sobre el signo de la puerta. Sin embargo en esta ocasión quisiera detenerme en pensar un poco sobre un de los signos que el papa quiso realizar en estos inicios de este Año Santo.  Y es que el papa dos días después de la apertura de la Puerta Santa en san Pedro quiso abrir una segunda Puerta Santa, en esta ocasión la Puerta Santa se abriría no en una Basílica Romana ni en algún emblemático del cristianismo, sino en una cárcel de Roma. La apertura de la Puerta Santa en la cárcel el pasado 26 de diciembre de 2024 se realiza mucho antes que la apertura del año jubilar en las diócesis de todo el mundo. Con todo esto, vale la pena que hoy nos preguntemos: ¿qué nos quiere enseñar el papa con la apertura de la segunda puerta santa ahora en una cárcel?
 
El Jubileo así como lo conocemos siempre ha sido un momento para experimentar el perdón de Dios en nuestras vidas así como para agradecer al Señor el don de la fe que nos ha dado a cada uno de nosotros. Dentro del pontificado del papa Francisco un tema constante es el de la misericordia, pareciera que el papa se da cuenta que una de las necesidad más apremiantes para todos nosotros es el de la reconciliación para poder obtener una auténtica paz. Que Francisco haya abierto la segunda puerta jubilar en una cárcel es un signo y a la vez una llamada que el mismo papa nos hace a todos para que como Iglesia tengamos el coraje de acercar la ternura, amor y misericordia del Señor a aquellas personas que por alguna situación los ha relegado de la misma sociedad. Para Francisco, al menos por los signos que ha ido realizando no se puede ser “Peregrino de esperanza” de manera solitario, sino que el umbral de la Puerta Santa que se cruza siempre en compañía sin olvidar nunca a quienes pasan alguna situación especial en sus vidas.
 
A diferencia de la apertura en la Basílica de san Pedro, el papa Francisco en la cárcel cruzó la puerta caminando y no auxiliado por la silla de ruedas, es evidente los problemas de movilidad del papa que ha presentado en los últimos años, sin embargo esta segunda puerta la cruza caminando con la dificultad que para él esto representa. Y es aquí donde estoy seguro que hay otra enseñanza, estamos llamados a vivir el jubileo y ponernos en camino como peregrinos que somos con todo lo que somos y tenemos, incluso con aquellas situaciones físicas, anímicas o espirituales que nos “imposibilitan un poco”. Estoy seguro que la vivencia de este Año Santo será para todos nosotros la oportunidad de renovarnos y nos hará que no olvidemos que somos peregrinos que de esperanza porque el Señor siempre camina con nosotros.