Ambos Gobiernos pactaron un cronograma para la limpieza y remoción de sedimentos y residuos sólidos del cauce del Río Tijuana
Los Gobiernos de México y Estados Unidos suscribieron un nuevo acuerdo sobre acciones de saneamiento de aguas residuales en la zona Tijuana, Baja California-San Diego, California.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) informó que ambos países aprobaron el Acta 333 de ese organismo, titulada "Acciones integrales para atender el problema fronterizo de saneamiento en Tijuana, Baja California - San Diego, California".
Indicó en comunicado que el Acta da seguimiento al Memorando de Entendimiento que firmaron el pasado 24 de julio en la CDMX la Secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, y el administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de EU, Lee Zeldin.
"Hemos sentado las bases para que se produzcan avances importantes, y ahora esperamos ponernos manos a la obra rápidamente para implementar las acciones acordadas de mutuo acuerdo", aseguró Zeldin.
El Acta 333, detalló, contempla la creación de un Grupo de Trabajo Binacional para la realización de una serie de evaluaciones y estudios técnicos, la construcción de una infraestructura de sedimentación en el Cañón Matadero en México y la construcción de la nueva planta de tratamiento de aguas residuales de Tijuana, "Tecolote-La Gloria".
También, ambos Gobiernos pactaron un cronograma para la limpieza y remoción de sedimentos y residuos sólidos del cauce del Río Tijuana, y la creación de una cuenta en el Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBank, en inglés) para saneamiento de agua en la región.
"Se espera que, con la implementación de estas acciones, en conjunto con los proyectos de infraestructura del Acta 328 actualmente en desarrollo y en programación, se eliminen o reduzcan significativamente la descarga de aguas residuales sin tratamiento y sedimentos hacia el Río Tijuana y el Océano Pacífico", apuntó.
Los comisionados de la CILA de ambos países destacaron la voluntad de resolver la problemática generada por las descargadas de aguas residuales generadas en Tijuana que afectan al área de San Diego.
"Esta nueva Acta se suma y reitera los compromisos y esfuerzos del Gobierno de México bajo el liderazgo de la Presidenta Claudia Sheinbaum, y del Gobierno del Estado de Baja California, para resolver el problema fronterizo de saneamiento de Tijuana-San Diego, en apego a lo estipulado en el Tratado de Aguas de 1944, y en beneficio del medio ambiente y la salud de los habitantes de ambos lados de la frontera", señaló la titular de la sección mexicana, Adriana Reséndez.
Según el Gobierno estadounidense, un factor que fue agregado en el Acta 333 y que no estaba contemplado en el Memorando de Entendimiento firmado en julio fue el crecimiento poblacional de la región alrededor de Tijuana, algo que aseguran es clave para cualquier plan de tratamiento.
"Este año se han logrado grandes avances para encontrar una solución definitiva a la crisis de las aguas residuales del río Tijuana, pero todo habrá sido en vano si no tomamos las medidas adecuadas para tener en cuenta el inevitable crecimiento demográfico de Tijuana y sus alrededores", dijo Zeldin, el jefe de la EPA.
Apenas el miércoles pasado, el Presidente Trump había publicado en la red social Truth Social un ultimátum dirigido al Gobierno de México en el que se exigía la solución inmediata al problema del descargas en el Río Tijuana que contamina la costa del sur del condado de San Diego en el Océano Pacífico.
Un días después del mensaje de Trump en redes sociales que estuvo acompañado por un video del Río Tijuana, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que su homólogo estadounidense no estaba bien informado de los acuerdos que ambos Gobiernos han logrado sobre las descargas de drenaje.
Apenas este año, el Gobierno de México reportó haber concluido en abril la reparación de la planta de tratamiento de aguas San Antonio de los Buenos, en territorio mexicano, y que ahora logra procesar 68 millones de litros de agua, una acción que fue reconocida por autoridades estadounidenses.
De acuerdo grupos ambientalistas, las aguas sucias del drenaje vertido en el Río Tijuana no sólo incluyen descargas domésticas sino también flujos provenientes de la industria maquiladora con alto contenido de químicos que provocan mala calidad de aire del lado estadounidense de la frontera.
