La Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) 2025-2030 establece 125 líneas de acción y 24 indicadores con metas para los próximos cinco años
Con la nueva Política Nacional de Inclusión Financiera, el Gobierno federal buscará que, a más tardar en 2030, el 83 por ciento de la población en México cuente con al menos un producto financiero y que el 50 por ciento de las empresas acceda a financiamiento en al menos una ocasión.
La Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) 2025-2030, coordinada por el Consejo Nacional de Inclusión Financiera (Conaif), establece 125 líneas de acción y 24 indicadores con metas para los próximos cinco años, con el fin de impulsar la inclusión financiera de personas y empresas en el País.
Uno de sus objetivos centrales es fortalecer el bienestar financiero mediante un mayor acceso y uso de productos y servicios financieros formales, bajo una regulación adecuada y esquemas de protección robustos.
La Política prevé elevar de 45.9 a 50 por ciento la proporción de empresas que hayan recibido financiamiento desde el inicio de sus operaciones. "Un resultado igual o mayor a la meta para 2030 es considerado favorable", indicó el Conaif en el documento publicado el 25 de noviembre.
Respecto a la población adulta, la PNIF plantea incrementar de 78.1 a 83 por ciento el porcentaje de personas de 18 años y más con al menos un producto financiero formal, ya sea de captación, crédito, seguro o ahorro para el retiro.
También busca aumentar de 65.5 a 74 por ciento el porcentaje de adultos con un producto de captación; de 28.5 a 33 por ciento la población con ahorro formal, y de 7.9 a 11 por ciento la proporción de adultos menores de 60 años que realizan aportaciones voluntarias a su cuenta de retiro.
Entre otras metas para 2030 está elevar el Índice de Bienestar Financiero de 52 a 56 por ciento.
El Gobierno calificó las metas como "realistas", sustentadas en el análisis histórico de los indicadores y en los resultados esperados de las líneas de acción planteadas.
La estrategia también busca que mujeres, poblaciones históricamente excluidas y empresas de menor tamaño participen plenamente de los beneficios del sistema financiero.
Juan Manuel Ruiz, CEO de Círculo de Crédito, destacó que para lograr una verdadera libertad económica es necesario cerrar brechas persistentes en ingresos, acceso al crédito y herramientas digitales, especialmente entre los grupos más vulnerables.
"La independencia económica es clave para reducir la vulnerabilidad femenina. Aunque hay avances, persiste una brecha salarial y el acceso al crédito formal es limitado, sobre todo en sectores informales o rurales. La violencia económica restringe el control de los ingresos y los recursos, lo que limita su capacidad de acción", advirtió.