Rhye y Caloncho conquistaron el escenario principal del SimiFest 2025, ofreciendo un concierto cargado de frescura, calidez y una energía casi terapéutica desde el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Envuelto en luces tenues que parecían respirar con cada acorde, Rhye transformó su presentación en un refugio suspendido del bullicio característico del festival.
Tras una jornada dominada por propuestas ruidosas y de alta intensidad, el proyecto encabezado por Mike Milosh irrumpió como un remanso cuidadosamente pulido, guiado por una estética minimalista que atendía cada gesto y cada matiz.
"Es bueno estar aquí. Estoy feliz de estar aquí, gracias por esta amorosa experiencia de tocar en México", expresó Milosh ante un público que recibió su serenidad como una pausa necesaria.
Un ensamble reducido y preciso sostuvo su voz aterciopelada, mientras un violinista sumó textura y creó una intimidad colectiva en temas como "Taste".
La propuesta visual acompañó sin robar protagonismo: tonos cálidos, sombras prolongadas y movimientos austeros reforzaron la idea de un concierto diseñado para escucharse más que para mirarse.
Luego llegó Caloncho, vestido por completo de blanco con camiseta, overol, lentes oscuros y un gorro azul que rompía la paleta. El músico imprimió serenidad desde los primeros acordes de "Vitamina D".
"Hoy se derrocha hermosa energía", comentó mientras observaba a la multitud, entre la que destacaban niños montados en los hombros de sus padres intentando obtener una mejor vista.
La conexión alcanzó su punto más alto con "Fresh", cuando un mar de brazos en movimiento, luces de celulares y parejas improvisando pasos suaves crearon una escena luminosa.
El momento más emotivo llegó con "Palmar", colaboración con Mon Laferte, cuya esencia desenfadada armonizó con el discurso de bienestar que Caloncho ha construido a lo largo de su carrera.
Más adelante, durante "Optimista", el cantante agradeció nuevamente: "Agradecerte por el cariño siempre, por escuchar esta música y ser divine. Gracias por este momento".
Antes de despedirse, Caloncho retomó su gesto de sencillez: "Gracias por el cariño de siempre, por escuchar esta música y ser divine. Gracias por este momento", dijo ante un público que no dejó de ovacionarlo.
El toque surrealista: los bailes del Dr. SimiEl festival también regaló momentos inesperados. Botargas del Dr. Simi irrumpieron en el escenario durante los intermedios, ejecutando pasos de baile -casi como una clase de zumba- que provocaron carcajadas y aplausos.
Desde la zona general, otras botargas de medicinas avanzaban entre el público con sorprendente agilidad, contagiando el ánimo festivo.
