Entre limones, manzanas y toronjas, La Gusana Ciega devela su doceavo disco de estudio con tintes Claroscuro.
Consciente, o mejor dicho de manera inconsciente, nacieron tres nuevos temas con títulos frutales que son parte de los 10 tracks del álbum que ya está disponible en plataformas.
Ocupados y concentrados en la promoción de su material, Daniel Gutiérrez (guitarra y voz), Germán Arroyo (baterista) y Luis Ernesto Martínez (bajista), mencionaron que en los últimos años de sus tres décadas en la escena del rock alternativo y pop, se han encontrado que hay un nuevo público joven que está descubriendo su música y eso los entusiasma.
Sobre si es coincidencia o no que los sencillos "Cielo Limón", "Manzanas Doradas" y "Palmeras y Toronjas" tengan nombres de frutas, esto fue lo que dijeron.
"La verdad es que no te podría decir si fue una cosa consciente o realmente inconsciente el uso de las frutas. Creo que en el disco 1021 usamos animales 'La Sombra de un Ratón' y 'Araña del Escalón'. En este disco las frutas aparecen en el imaginario de La Gusana Ciega como referencia. La verdad que fue intuitivo, así salió", opinó Daniel.
Por su parte Luis Ernesto, a quien de cariño llaman Lu, apuntó que los nombres de las canciones se quedaron tal cual nacieron de manera espontánea.
Claroscuro es una viva muestra de la etapa que los músicos experimentan desde hace un par años.
Es un disco, coincidieron, honesto, con mensajes que van desde lo claro hasta lo oscuro, el amor y el abandono.
"El mensaje en la canción 'Cielo Limón' está más que claro, no hay qué dar tantas vueltas para entender", agregó el baterista, "también tenemos 'Manzanas Doradas' que es una canción mucho más alegre y esperanzadora".
"En cuestión de los sonidos experimentamos en evolucionar, en movernos, no nos gusta repetirnos. Van a escuchar a una banda que fue evolucionando y buscando diferentes sonidos".
Para Lu mantener la complicidad de crear música junto a sus compañeros Daniel y Germán es sencillamente mágico y especial.
Ellos, como el primer día que iniciaron su aventura artística, mantienen el espíritu de asombro, de reinventarse y retarse a sí mismos con el único afán de ser mejores en lo que hacen.
"La Gusana Ciega es una banda, una pandilla que tiene esta evolución, que está en su mejor momento. En el momento que nos subimos a un escenario es lo que más nos gusta. El escenario es un agasajo, una celebración. Al mismo tiempo somos seres humanos que estamos viviendo la vida. Eventualmente la vida nos ha dado unas revolcadotas, pero aquí seguimos", expresó el bajista.
Además de pretender complacer a su público que pedía un nuevo material, este trío tenía la necesidad de componer y entrar al estudio. Tenían muchas cosas por decir, dijo Daniel.
"Hay un público nuevo que está descubriendo a La Gusana Ciega a través de las redes sociales y nos llama la atención que es público joven. Algo que no podríamos comprar, que se da porque creo que los jóvenes están buscando música nueva", agregó el cantante.
El 30 de enero del 2026 es un día anhelado para la banda porque tienen programado presentar Claroscuro en el Auditorio Nacional.
"El hecho de que estemos renovando generaciones de público, que los jóvenes estén descubriendo a La Gusana Ciega y que estemos lanzando un nuevo disco, del que el primer sencillo fue número uno en la radio, la verdad todo lo que viene y que estamos persiguiendo es lo que más nos prende y nos interesa", señaló Daniel.
"Claro que está padrísimo volver a ver y decir 'mira todo el camino que has recorrido, pero nuestra mira está puesta en lo que viene'. Ni le habíamos dado vueltas al hecho de que Merlina (álbum debut) cumple 30 años (en 2026) porque estamos lanzando un nuevo disco y estamos más entusiasmados por eso".