El principal pilar del actor, de 70 año de edad, ha sido su familia compuesta, es decir, desde su esposa, Emma Heming Willis, hasta su exesposa, Demi Moore.
“Como sociedad, no pensamos en estas cosas. No pensamos en nuestros planes de atención ni en la muerte, pero realmente necesitamos hacerlo, y no debemos verlo con tanto pesimismo”, expuso la esposa del actor.
La postura de Emma Heming Willis gana impacto a nivel mundial, sobre todo porque recientemente también se dio a conocer que han decidido en familia donar el cerebro de Bruce Willis cuando fallezca, a fin de apoyar a la ciencia y en la investigación acerca de la demencia frontotemporal.
Por qué Bruce Willis ya no vive con su familia
Antes de esto la esposa del protagonista de “Duro de matar” abrió su corazón y confesó otra decisión compleja que tuvo que tomar: que Bruce Willis viva en una casa independiente adaptada a sus necesidades para garantizar su seguridad. Recibe atención las 24 horas al día y acude a visitarlo diariamente para que convivan con cierta normalidad.
En un artículo en el sitio de Martha Debayle se consideran dos puntos clave que pone de manifiesto el caso de Bruce Willis: la importancia de tener planes de atención médica y la apertura para hablar de la muerte y la voluntad anticipada.
Ver esta publicación en InstagramAl respecto, la Academia Estadounidense de Pediatría - a través de la revista Healthy Children- explica que los planes de atención médica permiten tener una ruta de acción, en caso de ser necesario. Además, no sólo se debe considerar la salud física, sino también la salud mental para tener un respaldo completo. Qué es y para qué sirve la voluntad anticipada En cuanto a la voluntad anticipada, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador expone que consiste en determinar qué se quiere acerca del futuro de la salud, el cuerpo y la vida. Estas decisiones se toman en plenas facultades mentales, a fin de que se ejecuten si en el futuro hay incapacidad para hablar de esto. Por ende, la voluntad anticipada, subraya el instituto, “tiene algunas semejanzas con un testamento y las razones para elaborarla son también similares”, ya que en testamento se precisa qué hacer con los bienes cuando alguien fallece, mientras que la voluntad anticipada permite lo siguiente: “Una persona indica cómo quiere que se disponga de su salud, cuerpo y vida en un momento cercano a la muerte en el que ya no sea capaz de decidir por sí misma”.