Este deterioro se ha convertido en el principal lastre para el crecimiento económico del País, advirtió Citi en su análisis más reciente
Las reformas constitucionales e institucionales impulsadas en México en los últimos años, entre ellas la del Poder Judicial, han castigado de manera significativa la inversión productiva, al grado de llevarla a un terreno claramente recesivo.
Este deterioro se ha convertido en el principal lastre para el crecimiento económico del País, advirtió Citi en su análisis más reciente.
El Indicador de la Formación Bruta de Capital Fijo, que mide el desempeño de la inversión total en activos fijos y refleja tanto la inversión pública como la privada, registró en agosto una contracción anual de -8.9 por ciento, acumulando así 12 descensos consecutivos, de acuerdo con las cifras desestacionalizadas del Inegi.
Este comportamiento confirma un debilitamiento sostenido que no se veía desde periodos previos de alta volatilidad.
Por componentes, la Construcción hiló 13 meses de caídas, con un retroceso anual de -7.0 por ciento en agosto, afectada por el menor dinamismo en infraestructura privada y el cierre de proyectos públicos relevantes.
A su vez, la categoría de Maquinaria y Equipo acumuló ocho descensos consecutivos, con una baja de -10.5 por ciento anual, reflejo de la menor compra de equipo importado y del replanteamiento de planes de inversión de las empresas.
La inversión nacional cayó -9.2 por ciento anual en agosto, mientras que la inversión importada sufrió una contracción aún más pronunciada de -11.9 por ciento, lo que evidencia que tanto la demanda interna como la externa enfrentan obstáculos simultáneos.
Ernesto Revilla, economista en jefe para Latinoamérica de Citi, señaló en entrevista que este deterioro continuo podría colocar nuevamente a México dentro de la discusión sobre una posible recesión técnica hacia finales de 2025.
"México se encuentra en un momento de recesión para la inversión, no para la economía en su conjunto todavía, pero la inversión sí lleva varios meses en terreno recesivo, contrayéndose, y ése es el principal lastre que jala hacia abajo el pronóstico de crecimiento", afirmó.
Revilla subrayó que la incertidumbre generada por las reformas constitucionales e institucionales ha reducido de forma considerable la confianza de los inversionistas.
"La inversión ha estado castigada y ese es el principal freno que enfrenta México hoy", añadió.
Citi mantiene un pronóstico de crecimiento económico de apenas 0.5 por ciento para 2025.
Si bien reconoce que factores externos, como los nuevos aranceles y la próxima revisión del T-MEC, han contribuido al deterioro, enfatiza que la incertidumbre doméstica está llevando a múltiples sectores a posponer decisiones de inversión en espera de mayor claridad regulatoria y jurídica.
El banco advierte que la recesión en la inversión podría terminar contaminando al resto de la economía.
Tras una caída de 0.3 por ciento en el PIB durante el tercer trimestre, un cuarto trimestre ligeramente negativo podría reabrir la discusión de una recesión técnica.
BBVA México, que prevé un crecimiento de 0.7 por ciento para 2025, coincide en que la incertidumbre sobre el nuevo marco comercial en Estados Unidos se combina con un menor gasto público en construcción tras el cierre de los proyectos insignia del actual Gobierno.
La inversión en maquinaria y equipo también ha perdido dinamismo ante las dudas sobre el alcance y duración de los nuevos aranceles.
Con este panorama, BBVA anticipa que México enfrentará un periodo prolongado de crecimiento por debajo de su potencial, condicionado a la recuperación de la confianza y a una mayor claridad en las reglas del entorno económico. Ambas instituciones coinciden en que la estabilidad regulatoria será clave para reactivar la inversión.
