La Presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que la política energética de México no será modificada pese a las objeciones de empresas Estados Unidos y Canadá que acusan cerrazón.
En conferencia, sostuvo que las decisiones del País en esta materia son soberanas y no violan el T-MEC.
"No se viola el tratado, para empezar, y segundo son decisiones soberanas del pueblo de México, entonces no está a discusión cambiar lo que se aprobó", dijo.
La Mandataria federal respondió así a más de 14 mil firmas manufactureras de Estados Unidos, agrupadas en la National Association of Manufacturers, que advirtieron a la Administración de Donald Trump que las políticas energéticas mexicanas mantienen "cerrado" el mercado para productores y distribuidores de energía de ese país, complican la instalación de plantas industriales y generan un "difícil clima de inversión".
"Salió en las conversaciones con Estados Unidos, pero no ha sido el tema, es más bien mucha gente que está alrededor, incluso congresistas, y que están planteando esto y otros de empresas que lo han planteado", aseguró Sheinbaum.
La NAM, que agrupa a corporaciones como 3M, Johnson & Johnson, Caterpillar y Lockheed Martin, afirmó en un escrito que las reformas constitucionales mexicanas de 2024 agravaron los problemas identificados en las consultas de 2022 del T-MEC, y acusó que el acceso a energía confiable y asequible se ha vuelto un obstáculo para nuevas inversiones manufactureras.
En respuesta, la Presidenta rechazó esas observaciones y defendió los ajustes al sistema eléctrico, incluidos los procesos de permisos, la reorganización del mercado y la prioridad operativa de la Comisión Federal de Electricidad.
"Realmente no hay ningún argumento más que ideológico o político relacionado con los supuestos problemas del tratado con electricidad, no lo existe", señaló.
La Jefa del Ejecutivo explicó que la Secretaría de Energía implementó un modelo que ordena la participación privada de acuerdo con las necesidades reales del Sistema Eléctrico Nacional y la capacidad de transmisión disponible.
"Había muchos permisos que alguien quería construir una planta no sé dónde y solicitaba un permiso, y CFE decía ahí no tengo capacidad de conexión a las redes de transmisión, cómo te voy a dar el permiso ahí si no tengo conexión, y entonces la queja pues por qué no tienes capacidad en las redes de transmisión. Entonces, Secretaría de Energía dijo la parte que corresponde a lo privado vamos a cambiar el modelo, yo les voy a decir dónde necesito, no ustedes a ver dónde quieren y con quienes hacen negocio", afirmó.
El reclamo de las empresas estadounidenses incluye acusaciones sobre restricciones en permisos, retrasos en acceso a la red y freno a energías limpias, además de señalamientos sobre el control estatal del gas natural. Sheinbaum sostuvo que la nueva regulación busca evitar problemas técnicos y garantizar que las renovables se integren con baterías y criterios de estabilidad.
"Si vas a tener una planta solar o una eólica pues tienes que tener baterías para que te den dos horas más de generación y un esquema para que te puedas conectar sin generar problemas técnicos", dijo.
La Mandataria agregó que compañías que operaban bajo contratos de autoabasto están regularizándose en el nuevo marco legal.
"Algunos han ido avanzando, por ejemplo esta empresa Cox, creo que se llama, que le compró a Iberdrola todas sus plantas, que también es una empresa española, Energía les dijo bueno, pero ponte en orden en todos los contratos de autoabasto, si ya vas a comprar, dijeron sí, me parece perfecto, adelante", expuso.