Frenemies (inglés, slang): se dice de aquellas amigas que son rivales. En el doble carril de la amistad se busca rebasar, pero quedan atentas al espejo retrovisor para esperar. Este milhojas de envidia y sororidad se vuelve un modus vivendi. Una situación así existe en Wicked 2: Por Siempre. Elphaba (Cynthia Erivo) ha escapado, dejando incertidumbre a su paso. Glinda (Ariana Grande), líder en Ciudad Esmeralda, está feliz, pues planea su boda con Fiyero (Jonathan Bailey). Pero pronto se moverán las piezas del rompecabezas. Al haber sido filmada como una sola película dividida en dos, ya anticipábamos lucidores valores de producción: hay una recreación increíble de Oz, con todo y construcción del famoso camino amarillo. Se usan escenarios auténticos y un CGI atractivo que luce sin atosigar.Otro acierto es insertar la historia original de "El Mago de Oz". En la periferia seguimos a Dorothy y cómo se va entretejiendo en el relato principal, contextualizando lo demás. Pero el corazón del filme son las protagonistas. Previamente, Elphaba se había establecido como la contestataria divergente de piel verde: incomprendida en la escuela y en su casa. Pensaríamos que la segunda parte sería un vehículo de lucimiento de la bruja mala y sí, Cynthia Erivo resalta con un rango vocal espectacular. Pero es Glinda quien adquiere una dimensión distinta. Se añaden capas a la protagonista, quien muta su estereotipo de rubia bonita y superficial, por un personaje con mayor textura y vulnerabilidad. Bien por Ariana, con vis cómica y dramática, al igual que una voz espléndida. Y hablando de voces, recuerden: esto es un musical. Percibí muchos más diálogos cantados en esta entrega. Que no les sorprenda. Los parlamentos musicales expresan los miedos y sueños de sus protagonistas: las "frenemies" que cuestionan etiquetas sobre ser la mala de cuento. Curioso: esta compleja rivalidad amistosa de las protagonistas, parece haberse trasladado a la vida real.WICKED : POR SIEMPRE Tres estrellas Dirige: Jon M. Chu Actúan: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey Duración: 138 min.