?Aguascalientes, AGS; Entre pétalos de cempasúchil, veladoras encendidas y música que alegra el alma, el Panteón Jardines Eternos de Aguascalientes se llenó de vida este Día de Muertos. Desde las primeras horas de la mañana, decenas de familias acudieron para rendir homenaje a sus seres queridos, en una jornada donde la nostalgia se mezcla con el color y la tradición.
Los visitantes llevaron consigo flores, coronas y ofrendas que transformaron el camposanto en un tapiz de tonos naranjas, morados y blancos. Algunos limpiaban las lápidas con esmero, mientras otros colocaban fotografías, pan de muerto o los platillos favoritos de quienes ya partieron.
El sonido de los mariachis y tríos acompañó la jornada, interpretando las canciones que en vida alegraban a los recordados. “Venimos cada año, no solo a llorar, sino a celebrar la vida de los que ya no están”, compartió doña Irma, mientras encendía una veladora junto a la tumba de su madre.
El ambiente en Jardines Eternos fue de respeto, pero también de alegría. Los niños correteaban entre los pasillos con flores en la mano, los vendedores ofrecían veladoras y pan dulce, y el aroma del incienso envolvía el aire.
El Día de Muertos sigue siendo una de las tradiciones más entrañables en Aguascalientes, un puente entre generaciones que mantiene viva la memoria de quienes partieron. En el Panteón Jardines Eternos, la muerte se honra con amor, música y color.