La aparición de un dron sin identificar obligó a interrumpir temporalmente el tráfico aéreo en el aeropuerto de Berlín en la noche del viernes, en un incidente que se suma a otros similares en varios países europeos que han sido calificados por los respectivos Gobiernos como actos de guerra híbrida.
Un portavoz del aeropuerto de Berlín, Axel Schmidt, confirmó este sábado a EFE que, tal y como habían avanzado medios locales hoy, el tráfico aéreo fue interrumpido el viernes después de que fuese avistado un dron a las 19:45 hora local (18:45 GMT).
Tras informar a la policía regional, que confirmó la presencia del dron y trató de localizarlo sin éxito con un helicóptero, según Schmidt, se tomó la decisión de interrumpir el tráfico aéreo a las 20:08 hora local (19:08 GMT).
Sin embargo, al no volver a hallarse indicios de la presencia del aparato no tripulado en el territorio del aeropuerto, se reanudaron de nuevo las operaciones a las 21:51 (20:51 GMT).
Vuelos desviados
Durante este periodo de casi dos horas, explicó Schmidt, entre 15 y 20 vuelos que debían aterrizar en Berlín fueron desviados a los aeropuertos de Dresde y Leipzig (este), Hamburgo (norte) y Hannover (centro).
Los drones obligan al aeropuerto de Múnich a cerrar temporalmente por segunda noche
Un despegue fue cancelado y otros cinco vuelos despegaron con retraso, agregó. A estos se les permitió excepcionalmente abandonar Berlín después de la medianoche, aunque normalmente el aeropuerto no opera entre las 00:00 y las 05:00 horas.
El portavoz explicó que en el pasado se habían producido avistamientos de pequeños drones de aficionados, que habían interrumpido ocasionalmente de forma breve las operaciones del aeropuerto, pero que este caso era cualitativamente distinto.
Incidentes las últimas semanas
En las últimas semanas se han producido varios avistamientos de drones de gran tamaño sobre el sur de Brandeburgo, la región que rodea Berlín, sin que la policía haya logrado pese a sus esfuerzos identificar a los pilotos.
El mes pasado el aeropuerto de Múnich, en el sur del país y el segundo más grande después del de Fráncfort, tuvo que ser cerrado por dos noches consecutivas por el avistamiento de drones, lo que afectó a unos 9.500 pasajeros cuyos vuelos tuvieron que ser desviados o reprogramados.
En septiembre, una serie de incidentes similares que no han podido ser esclarecidos pero que el Gobierno danés ha atribuido a Rusia obligaron a cerrar una serie de aeropuertos civiles y militares en varios puntos de Dinamarca y de Noruega.