El paquete económico que acompaña la Ley de Ingresos fue aprobado esta noche en el pleno del Senado, en lo general y en lo particular, durante una sesión en la que la mayor parte de los 128 escaños permanecieron desocupados.
Uno de los paquetes con más carga tributaria fue empujado por la 4T, ajena a los cuestionamientos de la Oposición, que alertó del elevado riesgo de "quiebra" que asoma con un desmesurado nivel de endeudamiento.
Con reformas al Código Fiscal de la Federación, a la Ley Federal de Derechos y a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), Morena no se apartó del guion que se escribió en San Lázaro y castigó con más impuestos a los refrescos, el tabaco y los videojuegos violentos.
"La carga de las enfermedades prevenibles nos ahoga", argumentó en tribuna el senador morenista Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
El legislador dijo que la bancada oficialista estaba allí "para poner orden y para que quienes generan riesgos asuman también parte del costo, para que no sea siempre el pueblo quien pague".
Ajeno a los cuestionamientos que formuló la oposición, el legislador veracruzano aseguró que las medidas tributarias no obedecían a "un capricho", sino que eran "recomendaciones internacionales y una herramienta para proteger la salud pública, así como para fortalecer la recaudación y destinar más recursos a programas de salud".
La también morenista Imelda Castro reconoció que debían "fortalecer la transparencia" en el manejo de los recursos, "mejorar su aplicación y garantizar que se destinen para los fines por los cuales fueron concebidos".
Por voz del senador Raymundo Bolaños, la bancada del PAN advirtió que el paquete económico "apretará" aún más a los contribuyentes.
"Todos los incrementos de impuestos, el modelo espía de la legislación fiscal y la deuda que tienen con el país son su responsabilidad absoluta, en esta cerrazón que no escucha, que no admite observaciones y que aprueba todas las propuestas del Ejecutivo sin tocar una sola coma", protestó.
"Este paquete fiscal aprieta a los contribuyentes, pero hasta hoy no hay una sola acción efectiva para combatir el huachicol fiscal que, de forma permanente, merma el ingreso de recursos y con ello lastima las finanzas públicas".
Bolaños censuró la tolerancia del Gobierno para con "el hoyo negro más grande de corrupción de la historia moderna de México y que ha exhibido que el morenato ha pasado de la pobreza franciscana a la opulencia virreinal".
Después de compartir con el pleno que había crecido "con un control en la mano", el senador Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, reprobó el impuesto de 8 por ciento que se aplicará a los videojuegos violentos.
"He jugado videojuegos toda mi vida y hoy, además, disfruto mucho hacerlo con mi hijo Luis Donaldo", introdujo.
"Por eso, cuando veo que quieren imponer un gravamen a los videojuegos bajo la falsa premisa de que generan violencia, pienso en dos cosas. La primera, que es un prejuicio que no resuelve nada. La segunda, que es un error político que nos cuesta futuro.
"¿No es más bien este impuesto una señal de una irresponsabilidad financiera del Estado mexicano, esperando que los mexicanos paguen por ella?", cuestionó.
La priista Claudia Anaya hizo notar que en el Código Fiscal de la Federación asoman "varias inconstitucionalidades" que podrían propiciar que Estados Unidos abra a México "algunos paneles en el Tratado de Libre Comercio".
"Eviten -apremió- que nos lleven a un panel internacional por este abuso que están haciendo en el control, en estas medidas de espionaje que le están dando al Estado mexicano. Sean cuidadosos, sean respetuosos de la legalidad".
Carolina Viggiano, también del PRI, afirmó que las reformas a las tres leyes fiscales "revelan que el Gobierno está quebrado, así que disfrazan de recaudación el terrorismo fiscal, engañan con aumento de impuestos diciendo que están desincentivando el consumo de bebidas azucaradas y tabaco".