Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum descartó que su gobierno esté implementando nuevos impuestos, pese a las recientes modificaciones que contemplan incrementos en refrescos, trámites y cuotas migratorias.
La mandataria explicó que las medidas fiscales están dirigidas a grupos empresariales y bancarios, no a la ciudadanía. “Ahora se le está cobrando a los bancos, lo que estaban acostumbrados a deducir del Fobaproa y el IPAB”, afirmó, al referirse a las instituciones financieras que durante años mantuvieron beneficios fiscales.
Sheinbaum enfatizó que el único impuesto que podría impactar directamente a la población es el aumento en bebidas azucaradas, aunque sostuvo que tiene un propósito de salud pública.
“¿Qué orientamos nosotros para que no afecte tu bolsillo? En vez de comprar 30 latas de refresco en un mes, compra 29”, señaló la presidenta, destacando que el objetivo es reducir el consumo de azúcar entre la población mexicana.
El gobierno federal ha reiterado que su política económica busca mantener la austeridad y el control fiscal, evitando la creación de nuevos impuestos generales. Además, Sheinbaum subrayó que los ingresos adicionales obtenidos por las reformas fiscales se destinarán a programas sociales y de salud preventiva.
La postura de la presidenta llega en medio del debate público por las nuevas disposiciones de la Ley de Ingresos 2026, en las que se contempla una mayor regulación en sectores empresariales y comerciales, sin que ello implique la creación de gravámenes adicionales para la mayoría de los ciudadanos.