Los ciudadanos están protagonizando una de las redes de solidaridad más activas que se recuerden desde la inundación histórica de 1999
Ante la lentitud oficial para atender las demandas de damnificados en esta ciudad, los ciudadanos están protagonizando una de las redes de solidaridad más activas que se recuerden desde la inundación histórica de 1999.
"No hemos tenido ayuda del Gobierno, pero con el corazón estamos saliendo adelante", aseguró Judith Ramos, integrante del Club de Leones "Dejando Huella", organización que busca agilizar la entrega de ayuda que ha llegado de la CDMX y el puerto de Veracruz.
Ramos y sus compañeras comenzaron su propio centro de acopio y desde ahí administran víveres, ropa, agua y artículos de limpieza para trasladarlos, por su cuenta, hasta la zona de desastre.
"Todos los compañeros del club pusieron su centro de acopio también. Y ya llegó la ayuda desde México, de Veracruz", relató mientras coordina otra entrega casa por casa.
La logística es completamente civil, explicó. Los voluntarios, a bordo de camionetas, avanzan entre el lodo hasta zonas que siguen semienterradas en escombros y basura.
"Ayer se llegó hasta la Colonia Morelos, hasta el fondo, donde está el arroyo. Los muchachos más jóvenes son los que pueden, con botas, caminar hasta donde el agua llega a la rodilla", contó.
El grupo reparte comida preparada, pues las familias perdieron refrigeradores y estufas. "Hicimos sopa fría y tortas, porque la gente no tiene cómo calentar nada", explicó.
"Entre los paquetes hay ropa, atunes, agua y artículos de limpieza. Todo lo entregan directamente de mano en mano. Aquí es donde la sociedad saca la casta más rápido que las autoridades".
Los voluntarios han conformado cuadrillas de limpieza junto a estudiantes de la Universidad Veracruzana.
"Se están juntando grupos de amigos jóvenes. Si un maestro o un alumno fue afectado, los demás van a su casa a ayudarle a limpiar".
El grupo calcula que más de diez colonias resultaron devastadas -todas ubicadas cerca del margen del Río Cazones-, donde el nivel del agua superó los dos metros.
"Urge la limpieza porque ahora lo que viene es peor: las enfermedades, las pandemias. Por eso seguimos, porque esto va para largo", estimó Ramos.