En una movilización simultánea que se extendió por cuatro ciudades, estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) salieron a las calles para reprochar negligencia institucional y pedir justicia por el fallecimiento de Diana Jael Cuervo Santos, de lo que responsabilizaron directamente a sus autoridades por la falta de previsión y protección ante las inundaciones en el norte del estado.
En Xalapa, Veracruz-Boca del Río, Orizaba y Coatzacoalcos se registraron marchas donde gritaron consignas, y levantaron pancartas y retratos en memoria de la alumna que cursaba sus estudios en la Facultad de Psicología.
En la manifestación, convocada por la organización Nido Estudiantil UV (NEUV) se escucharon múltiples reproches contra las autoridades universitarias, encabezadas por el Rector Martín Aguilar Sánchez, a las que acusaron por su tardanza en suspender las clases pese a la emergencia hidrometeorológica provocada por el Disturbio Tropical 90E.
El sentir de la comunidad estudiantil se centró en la falta de protocolos de actuación eficaces ante desastres naturales.
En Xalapa, los estudiantes marcharon pacíficamente desde el Teatro del Estado hasta la Plaza Lerdo y frente a Rectoría vestidos de negro en señal de luto.
"La UV calla, los estudiantes gritan" y "La seguridad estudiantil no es negociable", son frases que se leían en sus pancartas.
A través de pronunciamiento, la organización Nido Estudiantil UV condenó el actuar institucional y exigió protección al estudiantado.
"Establecer un umbral mínimo para la indignación es inhumano. Esta no es la primera vez que la Universidad Veracruzana actúa con negligencia, poniendo en riesgo la vida y la integridad de su comunidad estudiantil", apuntó.
En Veracruz-Boca del Río marcharon desde Paseo Martí a lo largo del bulevar Manuel Ávila Camacho y Ruiz Cortines hasta la Vicerrectoría; en Orizaba, los universitarios se movilizaron en silencio desde la Plazoleta de Los Dolores hacia la Vicerrectoría Regional; y en Coatzacoalcos, un grupo de estudiantes bloqueó la Avenida Universidad y entregó un pliego petitorio en el campus local.
En las concentraciones, los jóvenes demandaron protocolos de seguridad y protección civil fortalecidos. Como iniciativa propia, los educandos realizaron acopio de víveres para las familias de la zona norte que resultaron damnificadas en municipios como Poza Rica, Álamo e Ilamatlán.
La movilización se efectuó a pesar de los comunicados emitidos previamente por las autoridades universitarias y el Gobierno federal.
El Rector Martín Aguilar Sánchez informó el 16 de octubre que el fallecimiento de Diana Jael Cuervo Santos era el único deceso confirmado en la comunidad estudiantil.
Asimismo, desmintió que existieran 192 estudiantes desaparecidos, como se habían señalado algunos alumnos. Aguilar Sánchez afirmó que su información se sustenta con base en reportes de la Fiscalía y la Comisión Nacional de Búsqueda.
Por su parte, los Consejeros Estudiantiles de la Región Poza Rica-Tuxpan también emitieron un aviso en el que confirmaron haber contactado a la totalidad de la matrícula de la Unidad de Ciencias de la Salud (UCS) y otros programas, y reiteraron que el fallecimiento de Diana es el único confirmado oficialmente.
Pese a los desmentidos, la comunidad estudiantil mantuvo su desconfianza hacia la Rectoría. Los mensajes en pancartas como "La Justicia no depende de una cifra, su valor trasciende cualquier número" evidenciaron que el motivo de la marcha no era solo el número de víctimas, sino la exigencia de responsabilidad por la única vida perdida y el riesgo al que fue expuesta toda la matrícula de la zona norte.
El movimiento concluyó la tarde del viernes con la promesa de una próxima "Megamarcha" el viernes 24 de octubre en Poza Rica y Tuxpan, regiones directamente afectadas por la contingencia.