Lunes 13 de Octubre de 2025 | Aguascalientes.

El reto es la educación

Francisco Santiago | 10/10/2025 | 11:11

El gobierno de la República enfrenta múltiples desafíos de notable complejidad. La correcta identificación y jerarquización de estos retos resulta esencial, pues el orden y el momento en que se aborden determinarán el éxito de las políticas implementadas.

Cada problema debe ser analizado exhaustivamente para decidir cuándo, cómo y dónde iniciar su atención. Las presiones internas y externas configuran escenarios que, aunque complejos, permiten combatir la incertidumbre y obligan al gobierno a actuar con previsión y estrategia.

Es fundamental escuchar a los especialistas: no se pueden tomar decisiones sin valoraciones técnicas ni sin considerar sus repercusiones presentes y futuras. Gobernar no debe convertirse en un ejercicio de improvisación ni en el simple cumplimiento de promesas de campaña. La evaluación de escenarios y de los posibles cursos de acción es indispensable para un gobierno responsable.

Aunque existan posturas disonantes, la realidad política y administrativa es mucho más compleja que una mera intuición. Los hechos pueden ser inoportunos, incómodos o no deseados, y comprometer la visión de futuro; sin embargo, la experiencia no debe ser descartada.

Nuestro país, debido a su particular cultura de lealtades, tiende a desechar sexenalmente la experiencia previa. Con cada cambio de administración se reinventa y deconstruye la gestión pública, llegando incluso a destruir instituciones.

Ha llegado el momento de que, a través de la educación, se impulse una nueva visión de país: más productivo, con oportunidades para todos y sustentado en una cultura cívica y ética. Debemos reconocer que no todos los actores del escenario político, incluso dentro de un mismo partido, comparten los mismos objetivos y metas. Es común encontrar personajes que adoptan distintos “camuflajes” según el rol que desempeñan en el juego político.

En el entorno de las redes sociales existe una presión constante por mantenerse activo y visible. Este espacio obliga a quienes participan en él a proyectar una imagen extrovertida, muchas veces rozando la fanfarronería y mostrando comportamientos abiertamente histriónicos. Esta tendencia se ha observado particularmente en numerosos políticos durante campañas recientes, donde la excentricidad se convierte en una herramienta eficaz para captar la atención del público y asegurar presencia mediática.

Así, la estrategia comunicativa en redes sociales se ha transformado en un elemento indispensable para quienes buscan destacarse en la opinión pública. Sin embargo, también ha reforzado la proliferación de descalificaciones, noticias falsas y rumores que enturbian la discusión pública.

Desde el primer lustro de la década de los ochenta del siglo pasado, la administración pública mexicana ha estado dividida entre tecnócratas y políticos. Esta categorización ha resultado perjudicial, pues ha provocado una constante fuga de experiencia. La pérdida de conocimientos y habilidades limita la capacidad gubernamental para enfrentar los retos con eficacia y visión de largo plazo.

La presidenta Claudia Sheinbaum, gracias a su formación científica y sensibilidad social, enfrenta la posibilidad de crear una dinámica gubernamental distinta. Su enfoque ideológico no ha sido un obstáculo para la construcción de acuerdos y ha demostrado una notable capacidad para gestionar las relaciones internacionales, como se evidenció en su trato con el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Ella ha sido el eje central de la negociación con el país vecino, en un contexto donde el embajador y el secretario de Relaciones Exteriores han visto reducido su papel al de dar seguimiento a las directrices, para decirlo con elegancia.

La elevada aprobación ciudadana de la presidenta constituye un sólido respaldo a su gestión, permitiéndole avanzar hacia la consolidación de una base técnica robusta que impulse la educación nacional. Este apoyo representa una oportunidad estratégica para transformar el sector educativo y sentar las bases de una sociedad más equitativa y preparada para los retos del futuro.

Como se ha señalado, la presidenta ha identificado los principales desafíos y ha iniciado con éxito la instrumentación de políticas públicas. Destaca su propuesta de generar, a partir del Plan México, un hub de innovación orientado al desarrollo tecnológico y a la inteligencia artificial. La creación de centros de innovación permitirá que la tecnología llegue a quienes más la necesitan, contribuyendo al cierre de la brecha social y tecnológica.

La lucha contra la desigualdad social solo será efectiva mediante una educación inclusiva y de calidad. Para ello, es necesario fortalecer el papel de los planteles de educación media superior y superior distribuidos en todo el país. Estos centros deben desempeñar un papel clave en la democratización del conocimiento y en la formación de capital humano capaz de afrontar los desafíos nacionales.

Sin embargo, es igualmente importante sentar los cimientos del desarrollo de un país innovador desde la educación básica, promoviendo la ética, el pensamiento crítico y el civismo. Estos son los pilares sobre los que puede edificarse una nación más productiva y justa, donde la desigualdad deje de ser un destino y se convierta en un problema superado.