Buen ombligo de semana, estimados lectores de esta humilde, nada favorita y poco recomendable columna para los funcionarios de piel delgada de esta tierra gigante —y de soñadores, soñadoras y soñaderes, por si acaso, antes de que el decreto chihuahuense de fomento a la educación gramatical llegue a las Aguascachondas, pues mejor nos curamos en salud, no vaya a ser.
En la entrega de antier les conté sobre las múltiples cachuchas del presidente del partido del señor López Obrador en las Aguascachondas, y, como era de esperarse, hubo quejas, cejas levantadas y alguna amenaza de bloqueo en X (la red social antes conocida como “aguas con lo que publicas”).
Pero bueno, para que no se sientan los demás, algunos lectores nos preguntan por qué no mencionamos también al simulador del charro del bienestar, ese personaje multitask que trabaja medio tiempo para doña Ariadna y medio tiempo para doña Teresa. Dicen —y no lo desmiento— que es tan eficiente que ha logrado infiltrar la mitad de los comités seccionales azules disfrazados de guindas, o al revés. Eso sí: parejito, ecuánime y con sentido de la justicia poética.
Y del otro lado del cuadrilátero político tenemos al Iron Man reciclado, exhermano del senador tabasqueño barredor, notario, ganadero, influencer, y quién sabe cuántos oficios más; un verdadero hombre renacentista que todavía pastorea el rebaño guinda en la Cámara Alta. Este personaje, nuestro duende verde, dicen las malas lenguas, se dedica en plan tripartidista a ser vocero de los diputados guindas en San Lázaro, a hacer negocios con la gober y a sostener su propio proyecto de trascendencia política.
En resumen: cambia pañales, chiquea a doña Bertha, se cuadra con su tocayo, aguanta regaños y le tira el choro a la “China temperamental”, la misma que disputa el trono del bienestar con el cachorro de la 4T, al que no le gusta que le digan Andy.
Parece que el hombre vio más futuro en la guardería que en el territorio, porque nunca se le ha visto seguir la máxima de la nueva número uno del país: menos escritorio, más territorio.
A ver si las artes oscuras del “chamuco” lo empujan a la candidatura guindaa la gubernatura en las Aguascachondas.
Mientras tanto, ayer varios panuchos sufrieron un microinfarto político al saberse que el partido guinda ya tiene más de cien mil afiliados en esta tierra donde Sheinbaum ni siquiera ganó.
Los azules, por su parte, apenas rascan doce mil militantes… y bajando, gracias al círculo cerrado de poder que insiste en maltratar a las bases y a los militantes de verdad, mientras una legión extranjera importada por la gober se reparte los cargos importantes del estado.
Pero ni cómo hacerla de tos, porque su principal figura en el Senado, la célebre “Pulgarcita” alias la Chuya, presume como máximo logro haber obtenido su estrellita por puntualidad en su grupo parlamentario.
Y ojo, no es poca cosa: el mes pasado fue segundo lugar, y ahora, según el programa “Dios mío, hazme viuda pero con liderazgo”, logró el primer lugar.
Solo falta que Anaya, su coordinador, le ponga una estrellita en la frente y le dé un vale por un lonchibón.
Así, ¿cómo reclamarle a la gober por traer puro foráneo?
Y, por si fuera poco, nos enteramos de que un recién electo magistrado federal ( tambien del establo de la gober)—que hasta hace poco dirigía un museo estatal de sueños espaciales— fue nombrado por la diosa Fortuna del acordeón, en un gesto de inspiración cósmica.
No me crean a mí, créanle al propio “tiburón de la independencia judicial”, @CarlosArteagaTo en la red social X, antes la del pajarito, quien subió el video donde el nuevo magistrado, bigote de morsa y todo, literalmente dice:
“Que lo exponga la secretaria, porque yo no sé ni madres.”
Y no se ría, que es cosa seria.
Ojalá nuestros flamantes juzgadores entiendan la gravedad de sus cargos y al menos le dediquen unas horas a estudiar.
No se vale esta falta de respeto hacia lo que, después de la salud, es el bien más preciado: la libertad y la certeza jurídica de nuestros derechos.
P. D. ¿En qué dependencia estatal de seguridad ya notaron que el “Poncharelo” titular va en sentido contrario a la modernización del Black Mirror poblano, alias C5?
Mientras el grupo poblano empuja la estrategia digital alineada a la del Batman de Sheinbaum, acá parece que alguien va sin casco, sin mapa y sin GPS.
Ojo ahí.
Hasta aquí subió la roca.