Lunes 13 de Octubre de 2025 | Aguascalientes.
Pues nada, estimados y finos lectores de este “Lunar Azul”, buen lunes y mejor inicio de semana.
Arrancamos con la mención del cierre de la “gira de sueños”, con motivo del tercer informe de nuestra querida y admirada Gober, aquella a la que sus “corifeos” intentan, una y otra vez, alejar del pueblo bueno y sabio que la eligió. Primero, para que durante dos periodos llevara las riendas del municipio que hoy parece la versión terrestre de la luna —por aquello de tantos baches que ya parecen cráteres muchos—, y que hoy sirve a Aguascalientes desde el máximo cargo público: la gubernatura. Por cierto, en esta ocasión solo por un periodo de cinco años, debido a los ajustes en los calendarios electorales.
Y si con seis años siempre quedan pendientes, imagine con cinco, donde además mucho tiempo se pierde —o se invierte— en temas electorales.
Y aquí es donde, a veces, se extravían nuestros gobernantes: es tanto el halago y servilismo de sus cortesanos que terminan peleándose hasta con la sombra que ellos mismos proyectan. Distanciados de quienes de verdad los aprecian y que, de una u otra forma, intentan decirles que sigan con los pies en la tierra; que no convierten el agua en vino, por más que así lo quieran. Si no, que le pregunte en corto al exgóber que le recomendó concentrarse y no andar tan dispersa. Aquel ronco y broncudo que, aunque se le quiere bien, tuvo un periodo de su gobierno en el que —de por sí feo y con cara de enojo y gruñón por todos lados— resultó intratable en el cenit de su reinado.
No, Gober, usted no tiene que andar enojada por la vida. A usted la raza la quiere, solo no se aleje y siga soñando… pero con los pies en la tierra.
Y hablando de “voladores”, nos comentan en corto que los dos presidentes locales de los partidos políticos que realmente inciden en la geopolítica —aguas es nuestro mundo hidrocachondo—, el Chicahual Mayor (Luevanotl) y el enamorao guinda Gil de las Altas Torres, no entienden cuál es su papel como presidentes del comité estatal de sus respectivos partidos.
Dicen que quien a dos amos sirve, con uno queda mal. Javi Noble no puede estar solo a las órdenes de la Gober y olvidarse de la misión del partido. Hay muchos cuadros molestos por la abdicación de su presidente en pos de muchas insensateces que, tarde o temprano, generan rompimientos y conflictos donde no había necesidad.
Él está obligado —por estatutos— a cuidar al partido. Detalles tan sencillos (con ese presupuesto) como por qué no hubo ni aniversario del partido ni conmemoración por el fallecimiento de uno de sus referentes modernos, Manuel Jesús Clouthier del Rincón, mejor conocido como Maquío, este 1 de octubre.
Andar de “queda bien” descuidando la naturaleza de su encargo no está bien, dicen los afiliados y creyentes panuchos de rancio abolengo.
Y del lado guinda, se quejan los que no son “noristas”, de que el presidente un día juega con la cachucha de coordinador de la cuarta —o décima cuarta, no se sabe— campaña para gobernadora de la maestra hoy senadora infinita Nora, y cuando se acuerda o le jalan las orejas desde la CDMX, se pone la de presidente del comité estatal del partido cuatroteísta.
Y así, pues, no se puede generar una ruta institucional de consenso, pensando en la inclusión y construcción de un movimiento real y cohesionado en las aguascachondas.
Así es que, como decíamos, se parecen tanto que no pueden engañarse, los panuchos en Aguascalientes no solo emulan a los cuatroteístas, sino que los superan en sus prácticas incongruentes.
Y cerramos con el tema que ya da pena en los corrillos políticos: un perfilazo que se contaminó, al parecer, por la locura de uno de sus “sectarios”, que la llevó a actuar de manera pueril e incongruente con esa gran imagen de cuadro grande que tuvo hasta esta semana.
La trajo vuelta y vuelta por todos lados del municipio y del estado, a la hoy conocida ya como la siempre perdedora Lore, que tal parece anda media desubicada de color y de ideología. Unos días declara que se viste de naranja, otros días de guinda, y otros de azul. Salió muy “polipolítica”, o poliamorosa.
Lo que sí sabemos es que cobra en el gobierno azul, y lo hace muy bien; ocupa un lugar que muchos quisieran, aunque no se sabe mucho qué hace. Es uno de esos puestos chicos con cheque grande.
Hay que recordarle a la señora que debe trabajar y asistir a la CDMX, ya que allá está su chamba. Muchas veces la número uno ha insistido en que no se distraigan en la vida política y pública. En mis pocos —o muchos— años en política, nunca habíamos visto a un personaje tan fuera de sus cabales, opinando en todos lados como si su puesto no se lo demandara.
Señora: la ciudadanía no está pintada. Algunos sí, pero los que pagan su nómina no. Hay que recordárselo.
P.D.: ¿Qué funcionario azul fue visto la semana pasada en los juzgados federales?
Dicen que fue a “ver su asunto”; no sabemos cuál sea, pero no les pareció mucho verlo por ahí a los magistrados federales.
Hasta aquí subió la roca.
