Lunes 13 de Octubre de 2025 | Aguascalientes.

Sindicalismo y vivienda: clave para la productividad en Aguascalientes

Ricardo Heredia Duarte | 30/09/2025 | 11:53

Aguascalientes ha cimentado su éxito económico en la industria automotriz. Ese modelo generó empleo y conectó a la región con cadenas globales de valor, pero también ha generado un problema silencioso, miles de trabajadores viven cada vez más lejos de su empleo. El tiempo perdido en traslados erosiona productividad, eleva costos y desgasta a las familias.

Si el estado quiere seguir siendo competitivo, debe asumir una verdad incómoda, la vivienda ya no es solo un asunto social, también es un factor productivo.

La experiencia internacional es clara. Ciudades industriales con vivienda mal ubicada pagan con alta rotación, ausentismo, fatiga y una logística empresarial más costosa. La OIT y ONU-Hábitat lo advierten calramente, cuando la gente vive lejos, la economía lo resiente.

En México, además, el acceso a vivienda digna es un derecho constitucional y un compromiso internacional. Cumplirlo no es solo justicia social; es también una estrategia de competitividad.

Cinco pasos posibles

-Negociación colectiva con visión habitacional.
Incluir cláusulas sobre vivienda o movilidad en los contratos colectivos: apoyos para créditos, transporte temporal y fondos tripartitos (empresa–sindicato–gobierno) que faciliten la adquisición de casas para trabajadores.

-Mapear empleos y planificar fraccionamientos.
Coordinar municipios, Infonavit, desarrolladores y empresas para identificar suelo bien ubicado y reservar vivienda cercana a parques industriales.

-Incentivos y suelo estratégico.
Exenciones fiscales, estímulos a la densificación y mecanismos de land banking público-privado para evitar que la vivienda obrera sea expulsada a la periferia.

-Movilidad temporal, no solución permanente.
Rutas laborales y horarios escalonados son útiles mientras se construye vivienda, pero no resuelven el fondo del problema.

-Datos para decisiones inteligentes.
Un observatorio que mida tiempos de traslado, rotación y costos permitiría políticas basadas en evidencia y no en intuiciones.

Mediante un pacto laboral renovado, sindicatos y empresas pueden ser aliados estratégicos. Los primeros, al pasar de exigir salarios a gestionar derechos que fortalecen la productividad; las segundas, al entender que invertir en vivienda no es filantropía, sino ahorro a futuro.

El Estado, por su parte, debe articular y facilitarsuelo disponible, programas federales y estatales alineados, y una política de movilidad coherente con el mapa industrial.

La competitividad del siglo XXI no se juega solo en las plantas, también en el trayecto entre la casa y el trabajo. La productividad empieza en el hogar.

Aguascalientes tiene la oportunidad de ser pionero, innovar con un pacto tripartito que combine dignidad y competitividad. O seguir pagando la factura de la distancia y el desgaste humano. La elección es política, pero el beneficio será económico y social.