Lunes 13 de Octubre de 2025 | Aguascalientes.

La maravilla de poder vivir

P. Rodrigo Macías Mora | 20/09/2025 | 19:10

Generalmente es más sencillo ver lo que no funciona, lo que está mal. En muchas ocasiones como seres humanos nos cuesta trabajo reconocer las cosas buenas y loables de las demás personas incluso también las de nosotros mismos. 
 
Cierto es que siempre debemos tomar en cuenta lo que no va bien para así poder ajustar aquellas cosas que se necesiten. Sin detectar las situaciones a cambiar la conversión personal se convierte en un tema casi imposible. Sólo nos podemos convertir de aquello que reconocemos. 
 
Todos necesitamos una dosis de valentía para animarnos a ver con objetividad nuestra vida, aunque existan en ella capítulos que nos duelan o que quisieramos borrar. Para crecer tenemos que asumir nuestra historia, con todos las situaciones que lo largo de nuestro existir hemos tenido.
 
Si bien es verdad que es necesario reconocer nuestros errores para así poder transformarnos, estoy convencido de que no podemos cambiar si únicamente nos fijamos en nuestros errores. Así como no se debe construir con materiales malos pues la edificación corre el riesgo de perder solidez o durabilidad, estoy convencido que no podemos pretender edificar una mejor persona si únicamente nos fijamos en nuestros errores o en esas situaciones que no van bien en nuestra vida.
 
Hace unos días me tocó ver llegar a la sala de urgencias de un hospital a una mujer que recien había sufrido un fuerte accidente que le había provocado unas fracturas, el dolor que expresaba en sus gritos era impresionante. El personal del hospital trataba de calmarla al tiempo que le explicaban lo que le había sucedido, sin embargo la fuerza del dolor le impedía atender a lo que le decían. En cuestión de segundos la vida de aquella mujer había cambiado, ahora su pierna estaba rota sin embargo tenía lo más importante: vida. 
 
Estoy seguro que en muchas ocasiones nos ha pasado algo similar a lo de aquella mujer: nos hemos encerrado en ciertas situaciones que nos impiden ver que poseemos algo mucho más grande que el dolor por la pierna rota: ¡se tiene vida! ¿Qué hacemos con este don invaluable? La vida es un don y a la vez un misterio que sólo en Dios podemos comprender. Hay personas que se van a dormir y ya no despiertan a la mañana siguiente, pues en el silencio de la noche el Creador ha decidido poner fin a sus días.
 
Este don de la vida que poseemos tenemos que aprovecharlo y aprovecharlo para bien. No podemos permitir que el sin sentido se apodere de nosotros y nos nuble la hermosa posibilidad de vivir. Amemos la vida y demostremos este amor con la manera que tenemos de vivir. 
 
Jesús experto en humanidad nos enseña el camino para abrazar la vida con pasión, valentía y gratuidad.