Una nueva metodología para analizar las huellas epigenéticas que va dejando el cáncer desde su génesis en el ADN, como si se tratase de la caja negra de un avión, permite descifrar la evolución del tumor y predecir su curso clínico.
Este estudio sobre la evolución del cáncer, publicado el miércoles en la revista Nature, analiza la evolución de tumores en 2.000 pacientes con leucemias y linfomas a partir de una investigación hecha por un equipo internacional liderado por el Clínic – IDIBAPS de Barcelona y el Instituto de Investigación del Cáncer de Londres.
Según informa el Clínic, los investigadores han desarrollado un nuevo método innovador basado en la metilación (generación de una reacción química) del ADN para descifrar el origen y la evolución del cáncer.
El cáncer no comienza en el momento del diagnóstico, sino que con frecuencia se desarrolla durante años silenciosamente, aunque por el camino va dejando huellas.
Así, de forma similar a la caja negra de un avión, que registra datos del vuelo como el origen, la dirección y la velocidad, los investigadores han descubierto que la trayectoria evolutiva del cáncer está codificada en el epigenoma.
El epigenoma de un ser vivo es la colección de cambios químicos (marcas epigenéticas) que, como, si se tratase de unos interruptores, determinan cómo, dónde o cuándo se expresa el ADN.
En concreto, los investigadores han observado que la trayectoria evolutiva del cáncer está codificada en un tipo especial de marca epigenética, conocida como metilación fluctuante.
Aunque tradicionalmente se ha considerado que la metilación actúa como un interruptor que activa o desactiva la expresión de genes, este estudio revela una función adicional de esta modificación.
Una precisión sin precedentes
El equipo investigador ha descubierto que la célula original que dio lugar al tumor deja una firma única de metilación y esta huella no solo revela la identidad de las células tumorales, sino que también cambia a medida que el tumor crece y se diversifica.
Gracias a modelos matemáticos avanzados, el trabajo ha logrado descifrar estos patrones de metilación, reconstruyendo tanto el origen como la evolución del tumor con una precisión sin precedentes, lo que también permite predecir el progreso futuro de la enfermedad, según los investigadores.
Partiendo de la hipótesis de que conocer el pasado de un cáncer permite anticipar su futuro clínico, el algoritmo desarrollado, denominado EVOFLUx, fue aplicado a 2.000 muestras de pacientes con distintos tipos de leucemias y linfomas.
Predecir la evolución del cáncer, “un gran paso”
Gracias al acceso a las historias clínicas anonimizadas, los investigadores pudieron correlacionar la evolución pasada del tumor con su agresividad.
“Esta nueva herramienta nos permite leer la historia pasada del cáncer y conocer cuándo se originó el tumor, a qué velocidad ha ido creciendo y si el tumor ha creado diversidad celular”, ha destacado el coordinador del estudio, Iñaki Martín-Subero.
De acuerdo con el científico, que es jefe del grupo de Epigenómica Biomédica del IDIBAPS, “esto no solo es importante para conocer mejor la biología del cáncer, sino que también tiene aplicaciones clínicas”.
“Predecir cómo progresará la enfermedad en cada paciente es un gran paso en el manejo personalizado” de la misma, ha dicho por su parte el director del Centro de Evolución y Cáncer del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres, Trevor Graham.
El estudio ha sido posible gracias al apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la fundación inglesa Cancer Research UK, la Fundación ‘La Caixa’, el Consejo Europeo de Investigación (ERC) y los Institutos de la Salud de Estados Unidos.