Todos nacen como originales pero muchos mueren como fotocopias

Este domingo 07 de septiembre de 2025 el papa León XIV canonizará al beato Carlo Acutis, sucanonización se realizará junto a la de otro joven: Pier Giorgio Frassati.

Carlo Acutis falleció en 2006 con tan sólo 15 años de edad victima de leucemia. Su canonización tuvo que ser reprogramada por la muerte del papa Francisco.

Una de las expresiones atribuidas al nuevo santo es precisamente esta: “Todos nacen como originales pero muchos mueren como fotocopias”. Desde la primera vez que leí esta expresión me llamó mucho la atención pues me hace pensar en la necesidad que tenemos todos por optar por ser personas de vida auténtica.

Carlo Acutis era un joven como cualquier otro, iba a la escuela, participaba de proyectos escolares y le gustaba navegar por internet, testimonios de sus compañeros de escuela lo recuerdan como una persona alegre y servicial. Me gusta pensar la vida del nuevo santo como una vida llena de cosas ordinarias en las que él pude encontrarse con el Único extraordinario: Jesucristo. El nuevo santo nunca ocultó su profundo amor a Jesús y a la santisima virgen María y es este aspecto el que estoy convencido que nos hace falta tomar en cuenta a todos: la vida cristiana no se limita a un ámbito de la vida, sino que es algo por lo que debemos optar siempre. Somos cristianos dentro y fuera de un ambiente parroquial, somos cristianos en cualquier situación y bajo cualquier circunstancia.

La claridad de la vocación a la vida cristiana de Carlo, le llevó a manifestar que: “vivir muy unido a Jesús era su proyecto de vida”. Desde la vida de este joven vale la pena cuestionarnos: ¿cúal era el camino para hacer realidad su proyecto de vida? La respuesta la da el mismo Carlo, cuando afirma que: “la Eucaristía es su autopista para llegar al cielo”. Para Carlo esto no era una mera frase, sino que realmente fue la brujula que orientó su vida. En el día a día de Carlo no podía faltar la asistencia a la santa misa y la adoración del Santísimo Sacramento, actividades que convivian perfectamente en la vida de aquel joven que vivía como uno más de su tiempo.

Ser original y no morir como fotocopia fue un realidad en Carlo y también puede ser una realidad en cada uno de nosotros. Más allá de la algarabia que suscita en los ambientes católicos su canonización esperemos que este acontecimiento de fe en la vida de la Iglesia sea para todos nosotros la oportunidad para reorientar nuestra vida y comprender que en medio de nuestro día a día podemos encontrarnos con el Señor.

Que el ejemplo del nuevo santo nos impulse a todos a abrazar con alegría y generosidad nuestra fe. Animemonos a vivir desde la originalidad que Dios creador de cada uno de nosotros nos ha regalado.