Francisco Santiago | 22/08/2025 | 11:49
Recientemente, la competencia entre las grandes empresas tecnológicas por captar y retener talento se ha intensificado. Un ejemplo claro es el movimiento de cuatro desarrolladores de OpenAI, empresa creadora de ChatGPT, a Meta, la compañía matriz de Facebook. Este tipo de situaciones refleja la guerra por el talento que viven las firmas líderes en inteligencia artificial. Según la revista Wired, OpenAI ha ofrecido bonificaciones de hasta 100 millones de dólares a personal clave para evitar la fuga de cerebros, además de contar con 700 millones de usuarios activos semanales. A esto se suma que, según El País, OpenAI proyecta ingresos anuales que superarán los 20,000 millones de dólares para finales de año, duplicando los 10,000 millones registrados en junio.
Esta competencia no solo está transformando el mercado laboral en el sector tecnológico, sino que su impacto se extiende a todos los sectores. Empresas como Alphabet (Google), Microsoft y Anthropic también están redefiniendo las dinámicas de contratación y especialización en el mundo laboral.
De acuerdo con estudios del Foro Económico Mundial y la OCDE, el mercado laboral global sufrirá una transformación profunda en los próximos años. Se prevé que los empleos con mayor crecimiento serán aquellos que requieran altas cualificaciones, con especial énfasis en las áreas biomédicas y en el desarrollo de tecnologías emergentes como el lenguaje generativo. En este contexto, la “guerra por el talento” entre gigantes como Meta y OpenAI destaca la importancia estratégica de las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) para el futuro económico.
Por el contrario, los empleos de baja cualificación, en particular aquellos relacionados con tareas administrativas rutinarias, se encuentran entre los más vulnerables a desaparecer debido a la automatización y la inteligencia artificial. Firmas consultoras como McKinsey advierten que, aunque ciertos sectores experimentarán crecimiento, otros enfrentarán recortes significativos de personal. Por ejemplo, el auge del comercio electrónico ha incrementado la demanda de trabajadores de almacén, mientras que las inversiones en economía verde impulsan la necesidad de técnicos en turbinas eólicas. Además, el envejecimiento de la población en economías avanzadas eleva la demanda de enfermeros, auxiliares de atención domiciliaria y técnicos en audífonos.
Profesiones como la docencia y la formación técnica seguirán presentes, pero actividades como las de cajeros podrían verse desplazadas por los sistemas de autopago. Asimismo, la robotización de procesos administrativos reducirá la demanda de algunos puestos de oficina. Sin embargo, áreas como la salud y aquellas que exigen negociación y toma de decisiones complejas seguirán siendo esencialmente humanas.
Los expertos coinciden en que la clave para prosperar en este nuevo escenario laboral reside en una estrategia global de recalificación de competencias. La velocidad de adaptación y la capacidad de reinventarse profesionalmente serán determinantes para diferenciar a quienes logren avanzar y a quienes queden rezagados.
Las profesiones con mayor proyección son:
• Tecnologías emergentes: Profesiones como Data Scientists, especialistas en ciberseguridad e ingenieros en inteligencia artificial y aprendizaje automático (AI/ML Engineers) presentan un crecimiento estimado del 30–35 %.
• Energías renovables y sostenibilidad: Ingenieros en energías limpias, especialistas en criterios ESG y expertos en economía circular son cada vez más demandados.
• Biotecnología y genética: Consultores genéticos y bioinformáticos destacan por su alta demanda y remuneración.
• Seguridad cuántica y tecnologías descentralizadas: Profesionales en criptografía post-cuántica y en organizaciones autónomas descentralizadas (DAOs) están ganando relevancia.
• Colaboración humano-máquina: Diseñadores de interfaces neuronales, psicólogos en entornos de realidad virtual y expertos en inteligencia artificial emocional representan nuevas oportunidades de empleo.
Según el Foro Económico Mundial, hasta 2030 se crearán 78 millones de nuevos empleos, pero desaparecerán 92 millones, siendo los sectores STEM, salud, logística, construcción y atención social los más dinámicos.
Entre 2018 y 2028, los trabajos con mayor crecimiento fueron técnicos en energía solar y eólica (hasta 63 %), asistentes médicos, desarrolladores de software, profesionales de salud general y trabajadores de logística y construcción. Actualmente, la tendencia se desplaza hacia perfiles más tecnológicos y especializados, como inteligencia artificial, ciberseguridad, sostenibilidad, biotecnología y profesiones híbridas entre lo humano y lo tecnológico, áreas que hace una década apenas tenían presencia significativa.
En resumen, las tareas repetitivas del sector manufacturero y administrativo básico serán reemplazadas de forma progresiva, mientras que las áreas de ciencia y tecnología mantendrán un crecimiento constante, con particular énfasis en ciberseguridad y desarrollo de inteligencia artificial. Es importante no confundir estas funciones con la programación tradicional, ya que la IA puede automatizar gran parte de ese trabajo.
Sectores como la construcción, energías renovables, biotecnología y salud de alta especialidad seguirán siendo pilares del mercado laboral del futuro. En este contexto, la adaptabilidad será la clave para navegar con éxito el nuevo escenario laboral global.
El gran reto para los profesionales en la actualidad es incorporar la Inteligencia Artificial (IA) en su experiencia laboral. No será la IA la que reemplace directamente a los trabajadores, sino aquellos que demuestren una mayor capacidad y destreza en el manejo y aplicación de estas herramientas tecnológicas quienes destacarán y permanecerán relevantes en el mercado. La adaptabilidad y la habilidad para integrar soluciones de IA en los procesos profesionales se convierten así en factores determinantes para navegar con éxito en el nuevo escenario laboral global, donde la automatización y la especialización tecnológica marcan la diferencia entre los perfiles más demandados y los que progresivamente serán sustituidos.