Lunes 13 de Octubre de 2025 | Aguascalientes.

Entre chapulines y charlotadas: el arte hidrocálido de hacer el ridículo

Sísifo | 21/08/2025 | 12:35

Buenas, buenas, mis estimados lectores. Pues nada, aquí seguimos, pioneros de la mejor grilla hidrocálida, subidos en esta roca que no deja de rodar. Y como la piedra tiene que seguir su curso, vámonos directo al ruedo (aunque a algunos ya no les alcance ni para monosabios).

Empecemos con lo que se cocina en el edificio ubicado en la avenida Independencia, donde varios andan molestos, no por exceso de trabajo, ni que fueran Andy (¡válgame Dios!), sino por esas manitas levantadas a destiempo de las flores marchitas del sexenio. Parece que no terminan de entender el papel que les toca en los próximos años. El hombre del bigote —ese que dicen que es re-buena gente— es el virtual ganador de la interna, pero a más de uno se le acabó la fiesta de nueve o doce años de “comer con manteca”. Y no, no es revancha: es simple justicia divina… de esa que llega con nómina.

Ya se sabe que el chapulineo es deporte nacional, pero esta vez habrá nombres que ni con pértiga olímpica lograrán brincar. El contralor y su administrativa, por ejemplo, traen el ego tan inflado que ya ni el oxígeno de la atmósfera les alcanza; creen que el mundo no los merece, cuando en realidad es al revés. Y la señora del buró, que hasta en España la buscan, tampoco ve claro. Aunque no se despega del “senador de la gente”, parece que el premio gordo no le tocará, porque ahí viene la Reina, y esa barda no la saltan ni con milagro guadalupano.

Y hablando de bardas imposibles, ahí tienen la charlotada que con toda solemnidad quieren vender como «pamplonada». Entre fierros metálicos y polines mal clavados, terminaron de destrozar el pobre andador J. Pani. Como si no fuera suficiente con los alambres que amarraron a las palmas (pobres palmas, ni en París sufren tanto). Y todo ¿para qué?: para unas horas de ocurrencia provinciana que costó la millonada. Luego se preguntan por qué la gente no cree en sus gobiernos… pues porque en lugar de resolver problemas, se dedican a jugar a «la fiesta brava de rancho».

Lo más irónico es que mientras aquí sudan para montar un show improvisado, en el mundo real la tauromaquia se desploma: España, la meca de los toros, solo sirve para que nuestros carísimos y austeros políticos, con su dinero (no con el del erario), partan plaza y luzcan (patéticos), como una mala imitación gachupinesca. En México también la asistencia a las plazas ha ido en picada y cada vez más ciudades declaran «territorio libre de corridas». Pero claro, aquí preferimos gastar millones en fierros oxidados para imitar una fiesta que hasta los españoles ya desertan.

Si hubiera tantito talento y coordinación, se podrían impulsar festivales culturales y musicales de nivel, sin necesidad de corridos tumbados, foros de rancho, ni borracheras institucionalizadas. Pero desde que Lorena repartió licencias de bares y expendios de alcohol como si fueran estampitas del Mundial, parece que el único plan cultural del estado es abrir la chela y prender la bocina.

Y ya se corre la versión de que, para el tercer informe de gobierno, el carísimo aparato de comunicación prepara otra lluvia de pirotecnia. Porque claro, nada dice “rendición de cuentas” como un espectáculo de luces chinas. ¿Quién quiere cifras, logros o diagnósticos cuando podemos tener fuegos artificiales? ¡Que viva Francia!

Leo, leo, ¿dónde estás que no te veo…

 

Hasta aquí subió la roca.