El Departamento de Justicia de Estados Unidos apoya que se ponga final a la unidad antimonopolio entre Delta Air Lines y Grupo Aeroméxico, toda vez que consideró que las políticas restrictivas y posiblemente discriminatorias del Gobierno de México han limitado la competencia.
En un comentario entregado al Departamento de Transporte (DOT, por sus siglas en inglés) el organismo señaló que apoya la decisión provisional del DOT de no renovar la inmunidad antimonopolio entre Aeroméxico y Delta.
Lo anterior, dado que la evidencia sugiere que las prácticas restrictivas y potencialmente discriminatorias del Gobierno de México han limitado la entrada y expansión de algunas aerolíneas al País, socavando las condiciones competitivas en el mercado.
Asimismo, recordó que de acuerdo con el estatuto aplicable el DOT debe desaprobar un acuerdo propuesto si reduce o elimina sustancialmente la competencia.
"A menos que el DOT determine que el acuerdo es requerido para satisfacer una necesidad de transporte o para lograr beneficios públicos importantes y que dicha necesidad o beneficio no puede satisfacerse mediante "alternativas razonables".
Destacó que la competencia es particularmente valiosa en la industria aérea, pues beneficia a los consumidores estadounidenses, ya sea que viajen por trabajo o por placer dentro de Estados Unidos, o a un destino extranjero, pues genera precios más bajos y mejora la calidad y servicios, sostuvo.
También en un comentario enviado al DOT, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) expuso la aprobación y la inmunidad antimonopolio (ATI) para el Acuerdo de Cooperación Conjunta (JCA) entre Delta Air Lines y Aeroméxico es justa, equitativa y beneficiosa para ambos países, sus trabajadores, el público viajero y el mercado transfronterizo.
La ASPA expuso que el Acuerdo de Transporte Aéreo EU-México de 2015 y el JCA han generado eficiencia operativa, crecimiento económico y creación de empleos en ambos países, además ha mejorado la conectividad y profundidad de mercado en dicho corredor aéreo, beneficiando también a aerolíneas no afiliadas y actores regionales.
Por lo que consideró que revocar la Alianza sin alternativas proporcionales podría reducir coordinación de horarios, asignación de flota, factores de ocupación y márgenes de ganancia, afectando gravemente a poblaciones, aeropuertos regionales, servicios en tierra y operaciones subcontratadas.
Además, indicó que la incertidumbre podría frenar inversiones en terminales conjuntas, centros de entrenamiento e infraestructura MRO compartida.
En ese sentido, ASPA señaló que se opone a medidas unilaterales que debiliten compromisos bilaterales y considera que eliminar la ATI contradice los principios del acuerdo aéreo EU-México.