Lunes 18 de Agosto de 2025 | Aguascalientes.

Expulsados del paraíso y notarios de la infamia

Sísifo | 23/07/2025 | 11:20

La comedia nacional, escrita con tinta... y trampa
 
En México hay títulos que no se estudian: se heredan, se pactan o se pagan. El de notario es uno de ellos. No lo da el conocimiento, lo reparte el gobernador en turno como premio a la lealtad política. Un Fiat no se gana, se concede... como indulgencia plenaria, pero con sello oficial.
Por eso cuando en Aguascalientes revocaron el Fiat al notario Alonso Javier González por “malas prácticas”, el escándalo no fue por lo que hizo, sino por atreverse a castigarlo. En ese gremio, que te quiten el Fiat es como si el diablo te corriera del infierno por corrupto.
Y no es caso aislado: la fiscalía apunta a otras notarías. ¿Será que en este estado las escrituras no solo legalizan propiedades, sino también delitos? En México, muchos notarios no certifican actos: los fabrican. Pero no nacen así. Se hacen... en familia.
 
Adán Augusto: notario, operador y concesionario del reino
 
De Aguascalientes a Bucareli: Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación y notario de la 4T, autorizó permisos de casino a una empresa vinculada con la familia Bermúdez Requena, ligada a la red criminal “La Barredora”. Firmó sin ver, sin preguntar, sin saber —o eso dice—. Como si fuera pasante y no el segundo hombre más poderoso del país.
Pero antes de político, Adán ya era notario. Modelo 4T: leal, útil y multifuncional. Capaz de escriturar desde una sociedad hasta una candidatura. Todo con fe pública... y cara de no romper un sello.
 
Notarios: la nobleza intocable del siglo XXI
 
El notariado mexicano es una franquicia del poder. No se audita, no se regula y no se rinde cuentas. Un Fiat se entrega a cambio de obediencia, dinero o silencio. Hijos, cónyuges y operadores políticos los coleccionan como títulos nobiliarios.
 
¿Quién los vigila? Nadie. ¿Quién los remueve? Solo otro político, más fuerte o más molesto. ¿Y a quién le rinden cuentas? A su conciencia, si la encuentran entre tanto expediente maquillado.
 
La revocación en Aguascalientes es una grieta en un sistema diseñado para ser indestructible. Por eso importa. Por eso urge una reforma de fondo, no un retoque cosmético.
 
Mientras tanto, la fe pública seguirá siendo negocio privado. Y el infierno —ya notariado— seguirá abierto para quienes escriben escrituras con trampa y testamentos con veneno. Adán puede seguir diciendo que no sabía. Pero los hechos, como las escrituras, aunque las maquillen... terminan por hablar.
 
Hasta aquí subió la roca.