Buen martes, estimados lectores. Del viaje a Europa al desorden local: los pendientes que ahogan al Ayuntamiento.
Pues nada, empieza movida la semana, donde todavía muchos habitantes de la tierra buena siguen de vacaciones. Varias cosas por comentar.
Quizá lo más relevante son los casos relacionados con el catastro y el desarrollo urbano en nuestro estado y, particularmente, en el municipio capital.
Hasta hace unas semanas nos enteramos de la existencia de cuatro regidores viajeros de nuestro Ayuntamiento capital, que se dieron su vuelta por “las Europas” para conocer —según ellos— ideas y beneficios del primer mundo, y así “traer grandes proyectos” a nuestra ciudad. Todo esto, claro, justificado con gastos por cientos de miles de pesos, más de medio millón, según trascendió.
Por cierto, prometieron informar puntualmente de los resultados de su tour… cosa que, hasta ahora, no ha pasado.
Y cuando pensábamos que era todo, ¡salta la liebre! Ahora fue Martha, la panista que primero se vistió de PT, luego negoció su candidatura a la gubernatura con los guindas, para al final declinar a favor de la Maestra Nora. Una negociación “carísima de París” que, dicen, le aseguró una regiduría, buena lana y posiciones para sus cercanos.
Fiel a su estilo, la regidora quiso hacer ruido y, en un en vivo, acudió a “clausurar” la Secretaría de Desarrollo Urbano del municipio. Entre sus acusaciones e ideas desconectadas, lo único claro fue que señaló al titular del área por presuntos conflictos de interés, enredando además nombres de exfuncionarios municipales y estatales en presuntos actos de corrupción.
¿Negligencia o complicidad? Vaya usted a saber.
Lo cierto es que, desde hace tiempo, se comenta que el titular de esa área —aunque parte de un grupo de especialistas en desarrollo urbano— ha estado envuelto en decisiones poco claras, especialmente en autorizaciones de permisos para nuevos fraccionamientos.
Y ahí la gran pregunta:
¿Dónde están nuestros 14 regidores y los dos síndicos del Cabildo capitalino?
Más allá de que nos cuestan más de 350 mil pesos mensuales cada uno, como denunció hace casi un año el dirigente estatal de Morena, Gilberto Gutiérrez Lara, nadie sabe bien a bien qué hacen. Y no todo es culpa del alcalde, que para eso existen y para eso presiden comisiones.
Ojalá, al menos, tengan la decencia de hacer su trabajo y no sólo aparecer en selfies o en eventos protocolarios.
Cada vez le explotan más pendientes al alcalde Leo Montañez. No se trata solo de cambiar luminarias, sino de hacer un trabajo real de gabinete: ajustar áreas, exigir resultados y fincar responsabilidades a quienes, por omisión o complicidad, dañan el erario y la confianza ciudadana.
Y como si esto fuera un caso aislado, ahora sale a la luz el actuar inmoral —y presuntamente ilegal— de varios notarios públicos del estado.
Desde aquel turbio episodio del sexenio anterior, donde se “perdió” información catastral por un supuesto hackeo o falla del sistema del Registro Público de la Propiedad, la cosa sigue sin aclararse. De hecho, trascendió que varias propiedades “cambiaron de dueño por arte de magia” sin que existan antecedentes legales claros.
¿Y qué tienen que ver los ayuntamientos? Pues que son responsables del control y cobro del predial.
Con tanta opacidad, ¿Cuántas propiedades “abandonadas” y con adeudos fueron susceptibles de cambiar de dueño sin reclamo alguno?
Es pregunta.
Luego se quejan del gobierno federal, cuando aquí mismo saltan y se apilan irregularidades que deterioran el estado de derecho y la ya de por sí escasa confianza ciudadana en sus autoridades.
Y digo trasciende porque todo es rumor, filtración, grilla… nunca información oficial.
¿Para no afectar la imagen de quién?
¿De veras creen que pueden mantenernos con la venda en los ojos?
Porque estas prácticas desde los gobiernos locales tarde o temprano pasarán factura a quienes hoy las permiten o solapan.
¿Y el costoso aparato “anticorrupción”?
¿Y la oposición que debería ser contrapeso?
Bien, gracias.
Ojalá la gobernadora se decida a limpiar su administración, que el Congreso levanta-dedos cumpla su función y que todos estos actos sean investigados y sancionados.
Todavía está a tiempo la gober de barrer las escaleras —de arriba hacia abajo— y dejar claro que no es cómplice, ni por omisión.
Es momento de demostrarle a los inversionistas y a los ciudadanos que Aguascalientes es un estado de derecho real, no solo de boletines y propaganda.
P.D. ¿Alguien sabe dónde anda la “excorcholata” que sigue cobrando como secretario de Economía?
Hasta aquí subió la roca.
Por: Sísifo
