Buen día y mejor semana, estimados lectores de este rincón azul, les cuento que con la reciente publicación de Reforma, que circuló profusamente, el horizonte político parece irse aclarando. Y aunque algunos siguen luchando primero contra sus propios “yo” internos, todo indica que este proceso ya está completamente adelantado.
Como hemos comentado antes, el escenario electoral para la sucesión en esta tierra azul , por parte del PAN está prácticamente decidido. Solo falta definir su “chambelán” y hacer los ajustes finos en los diferentes partidos: quiénes irán por las alcaldías y quiénes por las diputaciones locales y federales. Este trabajo puede llevar tiempo, pero está claro que, de un lado, lo definirá el hombre del bigote, quien, a estas alturas, solo necesita no cometer errores graves para que esta vez no se le caiga la cucharada antes de llegar a la boca.
Del lado de los “tapados” de Morena, en redes sociales se ha manifestado con mayor intensidad la que ha sido, en múltiples ocasiones, la “perdedora oficial” de ese partido. ¿Y el Iron Man región 5? Ni sus luces. Aunque su nombre suena con más fuerza, dicen que es porque está preparando su traje para mutar en Duende Verde. Parece ser cierto que quiere mantenerse en la vida política y ha decidido no hacerse muy visible por ahora. Solo le recordamos al temible y próximo tucán que “santo que no es visto, no es adorado”. No vaya a ser que en el próximo sexenio se quede sin negocio, que es, en realidad, para lo que juega cada proceso electoral.
Por otra parte, quienes ya se están afilando los dientes son los próximos coordinadores de comunicación. Han visto cómo, con el paso de los años, el “señor del moño” les ha tomado ventaja en crecimiento profesional y económico. Ha sido hábil para “echar las cartas” y saber bien a quién apostarle. Sin embargo, en esta ocasión se le nota algo perdido en su proyecto, ya que su cachorro cada vez se muestra más falto de carácter y rodeado únicamente de aquellos que pueden serle fieles… vía nómina Banorte.
Al parecer, poco falta para que esta vía también truene, porque los panistas son expertos en abandonar el barco y subirse al del ganador. Y esto, más que una traición, es parte inevitable del juego: como dicen algunos, “¡Aguas todos! Que el 2027 ya nos alcanzó.”
Hasta aquí subió la roca.
Por: Sísifo