Rafael Antonio Panamá Pérez | 09/07/2025 | 18:47
En columnas anteriores hemos conversado sobre temas esenciales para el crecimiento de las MiPyMEs en México: desde la importancia de la planeación financiera, el aprovechamiento de apoyos gubernamentales, hasta el papel clave de la tecnología como palanca para el desarrollo. Hoy toca hablar de una herramienta que, aunque no es nueva, sigue siendo subutilizada por muchas micro, pequeñas y medianas empresas: el comercio electrónico a través de redes sociales y páginas web.
Y lo pondré en estos términos para que no se subestime: la presencia digital es para los negocios lo que la nave estelar es para los viajeros del futuro. Como en StarWars o Blade Runner, donde los avances tecnológicos determinan quién sobrevive y quién queda en el olvido, el e-commerce no es un lujo, sino un vehículo esencial para alcanzar nuevos mercados y resistir las tormentas del cambio.
Redes sociales: la puerta de entrada al e-commerce
En México, millones de personas usan diariamente redes sociales como Facebook, Instagram, WhatsApp Business o TikTok. No estar ahí significa quedar fuera del radar de tus potenciales clientes. Comenzar no requiere grandes inversiones: basta con tener un celular, una buena cámara (puede ser la del mismo teléfono), y un mensaje claro.
¿Cómo empezar?
¿Y una página web? También es posible (y económico)
Una página web te da más credibilidad y control. Afortunadamente, hoy existen soluciones de bajo costo, incluso gratuitas, para tener tu propio espacio en internet:
Beneficios en todos los horizontes
A corto plazo:
A mediano plazo:
A largo plazo:
Ejemplos para inspirarse (y replicar)
¿Cómo atraer clicks y seguidores?
Una advertencia necesaria: hacerlo bien o no hacerlo
Así como en las películas de ciencia ficción donde el uso inadecuado de la tecnología puede traer consecuencias catastróficas, tener una mala presencia digital puede ser peor que no tenerla.
Publicaciones mal escritas, atención deficiente, tiempos de respuesta lentos, fotos poco profesionales o una página que no funciona pueden alejar a los clientes en segundos y dañar tu reputación. Como dice el refrán: “puedes tardar años en construir confianza, y segundos en perderla”.
Conclusión
El e-commerce no es exclusivo de las grandes empresas. Hoy, cualquier MiPyMe puede usar herramientas accesibles para abrirse camino en el mundo digital. Pero, como en toda buena estrategia, requiere planificación, constancia y compromiso.
No se trata de subir un par de productos a Facebook y esperar milagros. Se trata de construir poco a poco una experiencia de compra confiable, práctica y alineada con tu propuesta de valor.
Recuerda esto: vender por internet no es el futuro, es el presente. Y como en toda historia de ciencia ficción, el desenlace dependerá de las decisiones que tomes hoy.
Así que, querido lector emprendedor, ¿vas a esperar a que tu competencia conquiste la galaxia digital o vas a subirte tú primero al Halcón Milenario del e-commerce?