Domingo 17 de Agosto de 2025 | Aguascalientes.

Delegaciones a la sombra… luces que hacen falta

Sísifo | 04/07/2025 | 11:24

¿Usted sabe dónde está la oficina del delegado de la Secretaría de Economía en Aguascalientes? ¿O de la SEMARNAT? ¿O de la SADER? ¿No? No se preocupe, no es el único. Ni Google lo sabe con certeza. Y quizá allí comienza el verdadero problema: la desconexión.
 
Las hoy llamadas oficinas de representación del Gobierno Federal —antes conocidas como delegaciones— fueron concebidas para ser los brazos y ojos de la Federación en cada estado. Su función no es menor: articular programas nacionales con las necesidades locales, coordinar esfuerzos institucionales y, sobre todo, dar rostro humano a una maquinaria que desde el centro puede parecer lejana. Pero en la práctica, algo se ha perdido en ese trayecto.
 
En Aguascalientes, estas oficinas parecen operar con bajo perfil, casi en silencio. No hay foros públicos, no se les ve dialogar con empresarios, universidades, medios o ciudadanía. Y eso no es una acusación, sino una observación desde la realidad. Porque quizá no es falta de voluntad, sino un sistema que los encapsula en lógicas administrativas, sin espacio para ejercer liderazgo político o social.
 
Y es una pena. Porque en un estado tan dinámico como este, con retos como el agua, la seguridad, la vivienda o la reconversión productiva, contar con representantes federales activos, visibles y propositivos podría marcar la diferencia. El federalismo necesita puentes, no islas. Presencias, no ausencias.
 
No se trata de “echar culpas” ni de repartir responsabilidades con dedo inquisidor. Se trata, más bien, de abrir una reflexión franca: ¿qué se puede mejorar para que estas representaciones realmente representen? ¿Qué hace falta para que su labor sea visible, proactiva y vinculante? ¿Qué obstáculos enfrentan? ¿Y cómo podemos —desde los medios, la sociedad, el ámbito académico— sumar a su tarea?
 
Tal vez la derrota electoral de la 4T en Aguascalientes en 2024 tenga algo que ver con esta falta de presencia institucional. Pero más allá del resultado en las urnas, lo que debería preocuparnos es que esa distancia entre Federación y estado deje sin atención temas urgentes. Porque si hay algo que no pueden permitirse ni la política ni el servicio público, es volverse invisibles.
 
El llamado no es al reproche, sino a la recuperación de un principio fundamental: representar implica estar, dialogar, escuchar y explicar. Y Aguascalientes —una tierra de gente trabajadora, crítica y participativa— agradecería profundamente que esos espacios hoy vacíos se habiten con vocación y compromiso.
 
Ojalá esta nueva etapa de transformación y "humanismo mexicano" también llegue a estas oficinas. No con discursos, sino con puertas abiertas, informes públicos, y sobre todo, con presencia.
Nos leemos desde este Lunar Azul… donde todavía creemos que representar también es dar la cara.
 
Hasta aquí subió la roca.
 
 
Por: Sísifo