Jueves 3 de Julio de 2025 | Aguascalientes.

Bezos para Sánchez o el costo invisible de una boda de millones

Gwendolyne Negrete Sánchez | 02/07/2025 | 11:22

La reciente boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez —marcada por el lujo, la exclusividad y el poder mediático— no es solo un evento rosa del jet set global. Es también un símbolo que nos obliga a mirar con ojos críticos las profundas intersecciones entre el género, la economía, la política y la moral que atraviesan este tipo de eventos. ¿Qué representa realmente esta celebración para las mujeres, para la ciudadanía común, para los Estados que pierden millones por la evasión o elusión fiscal de corporaciones como Amazon?
 
A primera vista, podría parecer un cuento moderno: una mujer poderosa, de origen latino, periodista y empresaria, que se casa con uno de los hombres más ricos del planeta. Para muchas, puede leerse como un triunfo personal y colectivo. Sin embargo, si miramos más profundo, encontramos que esta boda también se inscribe en una narrativa de acumulación capitalista que ha hecho de la desigualdad un espectáculo.
 
El dinero que no vemos… pero pagamos
 
Amazon, la empresa que cimentó la fortuna de Bezos, ha sido reiteradamente señalada por sus prácticas fiscales cuestionables. En 2023, por ejemplo, reportó ingresos superiores a los 500 mil millones de dólares, pero pagó menos del 6% en impuestos federales en EE.UU., gracias a mecanismos legales de deducción, créditos fiscales e ingeniería contable. En países como México, el cobro del IVA a usuarios y proveedores de plataformas como Amazon ha sido inmediato y estricto, trasladando la carga tributaria al consumidor final y a las pequeñas empresas.
 
Es decir: mientras una boda se celebra en yates multimillonarios, impulsada por una fortuna que crece en gran parte por una estructura fiscal injusta, los sectores populares y emprendedores —muchas veces mujeres jefas de familia— pagan los costos que estas corporaciones evaden.
 
¿Y qué tiene que ver el género con esto?
 
Mucho. La feminización de la pobreza es una realidad global, y la evasión fiscal de las grandes corporaciones priva a los Estados de recursos que podrían destinarse a salud, educación, cuidados y programas de igualdad de género. Cada peso que no se recauda a Amazon es un peso que no llega a los refugios para mujeres víctimas de violencia, a las guarderías públicas, a los apoyos para madres solteras o a programas de empoderamiento económico femenino.
 
Además, el espectáculo de la boda refuerza un ideal aspiracional de éxito femenino basado en la cercanía al poder masculino. Aunque Lauren Sánchez tiene una trayectoria propia, la narrativa dominante la presenta como “la esposa de Jeff Bezos”, borrando los matices y complejidades del empoderamiento real. ¿Qué mensaje reciben las niñas y jóvenes? ¿Qué el camino hacia la seguridad económica es el matrimonio con un multimillonario, no el emprendimiento propio ni la independencia financiera?
 
El amor también es político
 
Las uniones en las élites no son solo personales. Son acuerdos de poder, fusiones simbólicas y económicas. En este caso, también son operaciones mediáticas que refuerzan estructuras de privilegio. Mientras millones de mujeres enfrentan barreras estructurales para salir adelante, la romantización de los mega-ricos funciona como anestesia social: un distractor que suaviza la crítica al sistema que permite su enriquecimiento desmedido.
 
¿Celebrar o cuestionar?
No se trata de negar el derecho al amor, ni a las bodas fastuosas. Pero sí de preguntarnos qué nos dice este tipo de eventos sobre el mundo en que vivimos, y cómo se entrelazan con las injusticias cotidianas que enfrentamos como mujeres, como ciudadanas, como contribuyentes.
 
Cada anillo millonario, cada ceremonia cubierta de lujo, tiene un costo moral y social cuando ocurre en un mundo donde millones viven con menos de lo que cuesta una copa de champaña en esas fiestas.
 
Las intersecciones de género nos invitan a mirar más allá del glamour. A desenmascarar la brecha entre lo visible y lo invisible, entre lo que se celebra y lo que se silencia.
 
Porque el verdadero lujo, en estos tiempos, es la justicia social.