Domingo 17 de Agosto de 2025 | Aguascalientes.

Deuda sin luna de miel – 3,300 millones y un Congreso a oscuras

Sísifo | 27/06/2025 | 11:55

Aguascalientes se endeuda por 3,300 millones de pesos —más del 100?% respecto al nivel reconocido de deuda estatal actual— y lo hace bajo un cielo de opacidad institucional. Lo paradójico: esto ocurre justo cuando el estado presume estar entre los más competitivos del país, según el IMCO. ¿Cómo creer en el desarrollo cuando el financiamiento público se mueve como un lunar en la frente: visible, sí… pero fuera de lugar?
 
La mañana del 26 de junio, el Congreso del Estado aprobó —con más sigilo que debate público— un nuevo endeudamiento por 3,300 millones de pesos. El gobierno estatal lo justifica como parte de su “Visión 2050”, con proyectos como el corredor ecológico del río San Pedro, el SITMA, ciclovías y blindaje tecnológico. Pero lo preocupante no es la cifra (aunque lo es), sino la forma. Nada de foros ciudadanos, convocatorias públicas, estudios comparativos o ejercicios de rendición de cuentas. El Legislativo, lejos de ser un contrapeso, se comporta como notaría de paso: valida y sonríe. Como meme institucional, cumple su papel de changuito que ni ve, ni oye, ni dice nada.
 
Aquí la ironía: el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) acaba de colocara Aguascalientes en el top 5 del Índice de Competitividad Estatal 2025. Tercer lugar nacional en innovación, liderazgo económico y crecimiento del PIB. ¿Y la transparencia? Esa quedó varios peldaños abajo. El mismo IMCO advierte que el crecimiento sin institucionalidad sólida es un espejismo. El endeudamiento público no es malo por sí mismo, pero sí lo es cuando no sabemos quién lo diseñó, cómo se evaluará ni cómo se pagará.
 
En la calle —esa que solo pisan los que pagan impuestos y no deciden presupuestos—, el anuncio de la nueva deuda produce tres sensaciones simultáneas: esperanza por las obras prometidas, positivismo ingenuo que creen el discurso del desarrollo sin ver los estados financieros, e incertidumbre cruda por el vacío informativo y la constante exclusión del ciudadano en la toma de decisiones.
 
Al corte del primer trimestre de 2025, la deuda reconocida de Aguascalientes era de 3,178.9 millones de pesos. Con esta nueva carga, se duplica. Y el problema no es solo contable: es simbólico y político. Porque cada peso prestado sin claridad erosiona la confianza pública. Y en tiempos donde el 64?% de los mexicanos prefieren ver noticias en video en lugar de leerlas, es más fácil vender obras que explicar responsabilidades.
 
Si Aguascalientes quiere seguir siendo competitivo, debe cuidar algo más que sus rankings: su reputación democrática. Endeudar sin explicar es gobernar sin respeto. Autorizar sin preguntar es legislar sin dignidad. Y mientras tanto, el “lunar azul” —ese fenómeno que solo aparece dos veces cada tanto— nos recuerda que la rareza no siempre es virtud. A veces, es advertencia.
 
“No hay gobierno sin cuentas, ni democracia sin preguntas.” Y hoy, en Aguascalientes, faltan ambas.
 
Ya viernes 
 
Hasta aquí subió la roca.