Aguascalientes, AGS; Para muchas familias en Aguascalientes, ver a sus hijas o hijos entrar a la universidad es motivo de orgullo, pero también un reto económico que se planifica con meses a veces años de anticipación. Aunque en el estado existen opciones públicas y privadas, los costos pueden variar tanto como los sueños de quienes buscan un título universitario.
En instituciones públicas como la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), estudiar una licenciatura puede costar alrededor de 1,397 pesos mensuales, un monto accesible en comparación con otras universidades, sobre todo si se consigue alguna de las becas que la institución ofrece. En el caso del Instituto Tecnológico de Aguascalientes (ITA), la cuota semestral ronda los 3,000 pesos, lo que lo convierte en una alternativa económica para quienes buscan una carrera técnica o en ingeniería.
Pero no todos logran entrar a estas opciones. Los espacios son limitados y la demanda es alta. Ante eso, muchas familias optan por universidades privadas, donde el rango de precios es mucho más amplio. La Universidad Santa Fe cobra alrededor de 2,300 pesos al mes, mientras que la UVM y la Universidad Cuauhtémoc llegan a los 8,000 y 10,000 pesos mensuales, respectivamente. En algunos casos, el gasto equivale al sueldo completo de un trabajador promedio.
Y si se trata de carreras especializadas, el costo aumenta aún más. Por ejemplo, en la Universidad La Concordia, la licenciatura en Gastronomía cuesta 3,250 pesos al mes, pero si lo que se quiere es estudiar para ser Médico Estomatólogo, la colegiatura se eleva a 8,282 pesos mensuales, sin contar inscripciones o materiales.
La decisión de qué y dónde estudiar, muchas veces, no depende solo de la vocación. Padres, madres y estudiantes deben hacer cuentas, buscar apoyos o incluso endeudarse para lograrlo. Aun así, el deseo de superarse sigue moviendo a cientos de jóvenes que, cada semestre, comienzan el camino universitario con la esperanza de un futuro mejor.
Estudiar en Aguascalientes es posible, pero no siempre fácil. Detrás de cada inscripción hay historias de esfuerzo, sacrificio y perseverancia. Porque más allá de los números, lo que está en juego es el sueño de transformar una vida a través de la educación.
