Domingo 17 de Agosto de 2025 | Aguascalientes.

Verano, Vacaciones, BehavioralEconomics,y Jesús

José Miguel Torres | 19/06/2025 | 11:07

El verano ha llegado, y Jesús y Behavioral Economics(BE), la Economía del comportamiento no racional, nos tienen una recomendación: empacar, junto al traje de baño y el bronceador, una copia del Evangelio de San Juan. Para entender por qué, empezaremos con un par de experimentos de BE.

En los 1980s el psicólogo Daniel Kahneman, uno de los padresde BE (el otro es Amos Tversky), pidió a 30 estudiantes en una universidad en California primero sumergir sus manos60 segundos en agua a 14 grados centígrados,temperaturamolesta para la mayoría. En una segunda etapa, se les pidió mantenerlasen agua a 14 grados 60 segundos, al término de los cuales debían dejarlas ahí otros 30 segundos, durante los cuales el agua se calentó a 15 grados: mejor que 14, pero todavía incómodos. Al final se les pidió repetir, a su elección, una de las dos etapas anteriores. Si usted lector hubiera participado, ¿Cuál hubiera repetido?

En la misma época Kahneman hizo su experimento de la colonoscopía, en espírituparecido al del tensor frío del párrafo anterior. 600 personas en Canadá iban a ser sometidas al procedimiento. A la mitad se les aplicó de manera normal. El resto también recibieron una colonoscopía ordinaria, pero al final se les dejó un minuto extra el colonoscopio dentro del cuerpo sin mover: menos molesto que moviéndose,pero incómodo. De nueva cuenta le pregunto a usted lector, ¿Cuál hubiera preferido?

Por la fama de Kahneman, no es difícil adivinar que sus hallazgos fueron contrarios al sentido común: la mayoría de los estudiantes prefirieron repetir el experimento de más larga duración y con mayor dolor total; y en la historia del colonoscopio, quienes fueron sometidos al procedimiento más largo no sólo no terminaron con peores recuerdos, sino además fueron quienes más volvieron a citas de seguimiento. ¿Somos masoquistas?

La filosofía del Utilitarismo de Jeremy Bentham del siglo XVIII,un pilar de la Microeconomía clásica, dice que la gente suele buscar el placery evitar el dolor. Así, los hallazgos de Kahneman sacudieron a los economistas.

Kahneman habla de personalidades dobles, y de un par de reglas en la formación de recuerdos. Ennosotros habita unyo que experimentay unyo que recuerda. En el experimento del tensor frío, por ejemplo, cada estudiante experimentó un minuto y un minuto y medio de dolor en las dos primeras etapas. De acuerdo al Utilitarismo, la decisión óptima para la tercera etapa debería ser repetir la primera etapa. Sin embargo, resultó más popular la segunda. A partir de esto, Kahneman postuló dos reglas empíricas para la formación de recuerdos: del picoydel final.Para fines prácticos, lo único que recordamos de una experienciason los puntos más extremo y final: todo lo demás se olvida. Una implicación es que la duración importa poco.  Lo anterior debería preocupar a cualquier tomador de decisiones racional por al menos cuatro razones.

En nuestros dos experimentos, ¿En quién deberíamos dejar la decisión?: ¿En el yo sin experiencia que intuitivamente buscaría evitar el dolor, o en el yo experimentado que, por las reglas de los recuerdos, sólo recuerda que la segunda etapa terminó menos mal?Segundo, el yo que experimenta y el yo que recuerda comparten un mismo cuerpo. Al formular políticas públicas, ¿A quién debería un gobierno dar prioridad? El tercer problema le ganó muchos enemigos al físico Ernst Mach, un padre intelectual de Einstein, a principios del siglo XX:¿Y si la idea del individuo fuera una ficción? Este dilema, por cierto, es el corazón de la película de Disney “Intensamente” (quetuvo como consultor a un estudiante de Tversky: DacherKeltner). Por último, el matemático Marvin Minsky, un pionero de la Inteligencia Artificial moderna, argumentaba que una buena ciencia de la mente, cuando la tengamos, debe abordarlos problemas de comunicación y negociación entre nuestros dos yo’s:¿Bizarro, no?

Regresemos a Jesús y San Juan. En su Evangelio, el segundo narra una milagrosa conversión de agua en vino en una boda. El vino de Jesús fuetan bueno,que algunos invitados preguntaronpor quéhabían dejado el mejor vino para el final, cuando, ya borrachos, nadie distingue nada. Si Kahneman hubiera estado ahí, seguro hubiera opinado: ¡Porque mi paisano Jesús conoce perfectamente al hombre: al final, sólo importa el final!

El verano ha llegado, y no sería mala idea empacar, junto a nuestro traje de baño y bronceador, copias de “Thinking, Fast and Slow” de Kahneman y el Evangelio de San Juan: ¡En nuestras vacaciones debemos dejar lo mejor para el final!

PD: si Kahneman hubiera estado en las bodas de Caná, difícilmente hubiera resistido la tentación de preguntar al mismo Jesús: ¿Por qué, al momento de la Creación, decidieron crearparcialmente loco al hombre?