Martes 1 de Julio de 2025 | Aguascalientes.

Seiton: El Orden que Libera

Mel Wilhelm Fonseca | 18/06/2025 | 11:21

"Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar." — Benjamin Franklin
 
En nuestra columna anterior exploramos Seiri, el arte de clasificar con propósito, donde aprendimos a discernir entre lo esencial y lo superfluo. Hoy, en "Visión Ikigai", avanzamos hacia el segundo pilar de las 5S japonesas: Seiton. Si Seiri nos enseñó a elegir qué conservar, Seiton nos guía hacia el siguiente paso fundamental: organizar lo que hemos decidido mantener de manera que cada elemento tenga su lugar específico y sea fácilmente accesible cuando lo necesitemos.
 
El kanji de Seiton revela su esencia profunda: sei representa orden y ton significa preparar o arreglar. Juntos, nos hablan de un orden preparado, de una organización que no es casual sino deliberadamente diseñada para facilitar la acción y eliminar la fricción en nuestras actividades diarias. En la filosofía japonesa, Seiton trasciende la simple organización para convertirse en una manifestación de respeto hacia nuestro entorno, nuestro tiempo y nosotros mismos.
 
La sabiduría detrás del orden intencional radica en su capacidad de liberar nuestra energía mental. Cuando cada objeto, herramienta o documento tiene un lugar predefinido, nuestra mente se libera de la carga cognitiva de recordar dónde guardamos las cosas. Esta liberación mental nos permite enfocar nuestra atención en lo que realmente importa: crear, resolver, innovar y crecer.
 
En el entorno empresarial, Seiton se manifiesta como una práctica que puede transformar radicalmente la eficiencia operativa. En una línea de producción donde cada herramienta tiene su lugar marcado y visible, los trabajadores no pierden tiempo buscando lo que necesitan. La productividad aumenta naturalmente, no por presión externa, sino por el flujo orgánico que emerge cuando eliminamos los obstáculos innecesarios. Un técnico que puede localizar inmediatamente el instrumento correcto puede dedicar toda su expertise a la tarea que requiere su conocimiento especializado.
 
Pero Seiton va más allá de la organización física. En nuestros espacios digitales, donde pasamos gran parte de nuestro tiempo profesional, aplicar este principio significa crear estructuras de carpetas lógicas, nombrar archivos de manera consistente y mantener escritorios digitales ordenados. Un profesional que puede encontrar cualquier documento en menos de treinta segundos no solo es más eficiente, sino que experimenta menos estrés y mantiene mejor su estado de flujo durante el trabajo.
 
En el ámbito personal, Seiton se convierte en un acto de autocuidado profundo. Cuando nuestro hogar refleja orden y cada elemento tiene su lugar designado, creamos un entorno que nutre nuestra paz mental. La cocina donde cada utensilio tiene su ubicación específica nos permite cocinar con placer en lugar de frustración. El dormitorio donde la ropa está organizada por categorías y colores nos permite vestirnos sin estrés matutino, comenzando cada día con serenidad.
 
La práctica de Seiton en el dojo del karate adquiere dimensiones aún más profundas. No se trata únicamente de colocar las protecciones en sus lugares designados o alinear los cinturones por graduación. Seiton en el dojo significa organizar nuestros movimientos, nuestras secuencias de entrenamiento, incluso nuestros pensamientos antes de cada práctica. Un karateka que ha aplicado Seiton mental puede ejecutar sus katas con mayor precisión porque su mente está ordenada, sus objetivos están claros y su práctica está estructurada.
 
El aspecto visual de Seiton merece atención especial. Los japoneses han desarrollado el concepto de "gestión visual," donde la organización se hace evidente a primera vista. Etiquetas claras, códigos de colores, líneas de demarcación y señalizaciones no son solo elementos estéticos, sino herramientas que comunican orden y facilitan el mantenimiento del sistema. Cuando la organización es visible, se vuelve sostenible.
 
La implementación práctica de Seiton requiere pensamiento estratégico. No basta con asignar lugares arbitrarios; debemos considerar la frecuencia de uso, la secuencia lógica de las actividades y la ergonomía. Los elementos que usamos diariamente deben estar al alcance inmediato, mientras que aquellos de uso ocasional pueden ubicarse en zonas menos accesibles, pero claramente identificadas.
 
Un aspecto crucial de Seiton es su naturaleza evolutiva. A diferencia de la organización estática, Seiton nos invita a revisar y ajustar constantemente nuestros sistemas de organización. A medida que nuestras actividades cambian, nuestros espacios deben adaptarse. Esta flexibilidad controlada es lo que diferencia el orden japonés del simple acomodo occidental.
 
La disciplina diaria que requiere Seiton se convierte, con el tiempo, en una segunda naturaleza. Como el músico que mantiene sus instrumentos afinados y organizados, o el chef que prepara su mise en place antes de cocinar, quien practica Seiton desarrolla una relación harmónica con su entorno que se refleja en la calidad de su trabajo y su bienestar personal.
 
El verdadero poder de Seiton se revela cuando comprendemos que no organizamos para impresionar a otros, sino para liberarnos a nosotros mismos. Cada minuto que no gastamos buscando objetos perdidos es un minuto que podemos invertir en actividades que nutren nuestro ikigai. Cada momento de frustración que evitamos por tener nuestros espacios ordenados es energía emocional que podemos canalizar hacia el crecimiento y la creación.
 
Al integrar Seiton en nuestra vida cotidiana, descubrimos que el orden externo fomenta el orden interno. Nuestros espacios organizados se convierten en espejos de una mente disciplinada, y nuestra mente disciplinada mantiene naturalmente espacios organizados. Este ciclo virtuoso es la esencia de la mejora continúa aplicada a los fundamentos más básicos de nuestra existencia.
Arigatou gozaimashita.