Domingo 17 de Agosto de 2025 | Aguascalientes.

HERMANANDO HISTORIAS LATINAS:MIGRACIÓN, FRONTERA Y DEPORTACIÓN

Gwendolyne Negrete Sánchez | 13/06/2025 | 11:36

Las mujeres inmigrantes en California no solo contribuyen a la economía estatal con su trabajo; redefinen constantemente lo que significa pertenencia, familia y comunidad. Sus experiencias nos obligan a repensar nuestras categorías sobre migración, género y justicia social.

En esta columna pretendo compartir las historias de ellas, las latinas migrantes; muchas de ellas jefas de familia,  porque  el debate migratorio se polariza entre extremos, porque las voces y experiencias de las mujeres inmigrantes ofrecen perspectivas más matizadas y humanas y porque ellas nos recuerdan que detrás de cada estadística migratoria hay historias complejas de resistencia, amor, sacrificio y esperanza.

El género en la Migración.

Cuando hablamos de inmigración en California, las estadísticas nos muestran rostros diversos, pero las narrativas dominantes siguen siendo predominantemente masculinas. Sin embargo, las mujeres representan aproximadamente el 51% de los inmigrantes en el estado, y sus experiencias migratorias están profundamente marcadas por dinámicas de género que trascienden las fronteras.

La migración femenina no es simplemente la versión “acompañante” de la masculina. Las mujeres migran por razones específicas: huyen de violencia de género, buscan autonomía económica, o llegan como pioneras familiares enviando remesas que sostendrán a generaciones enteras. En California, estado que alberga al 24% de todos los inmigrantes del país, estas realidades se magnifican y complejizan.

Los  Cuidados Diarios y el Acompañamiento.

En los pasillos del Hospital General de Los Ángeles, María Elena traduce entre susurros las palabras del médico a su suegra, quien no habla inglés. Es enfermera registrada, pero aquí actúa como intérprete familiar no remunerada. Esta escena, repetida miles de veces en California, ilustra una realidad compleja: las mujeres inmigrantes no solo cruzan fronteras geográficas, sino que navegan constantemente entre múltiples identidades y responsabilidades que la política migratoria raramente reconoce.

La Triple Carga: Productiva, Reproductiva y Comunitaria

Ana Sofía llegó de El Salvador hace quince años. Trabaja como empleada doméstica en Beverly Hills, cuida a sus tres hijos en Boyle Heights, y los fines de semana coordina el comité de padres de familia en la escuela primaria del barrio. Su historia encarna lo que las académicas feministas llaman la “triple carga”: trabajo productivo, reproductivo y comunitario.

Esta realidad es particularmente aguda para las mujeres inmigrantes indocumentadas, quienes enfrentan vulnerabilidades laborales específicas. Según datos del Instituto de Políticas de la Mujer, las trabajadoras domésticas inmigrantes en California experimentan tasas de abuso laboral 40% más altas que sus contrapartes documentadas, mientras que sus salarios permanecen sistemáticamente por debajo del mínimo estatal.

Maternidad Transfronteriza y Políticas Públicas

La maternidad adquiere dimensiones transnacionales en la experiencia migratoria femenina. Guadalupe, originaria de Oaxaca, mantiene a sus hijos en México mientras cuida a los hijos de una familia adinerada en San Francisco. Esta “maternidad dividida” representa una de las consecuencias más dolorosas de las políticas migratorias restrictivas, donde el cuidado se mercantiliza y las mujeres enfrentan decisiones imposibles.

California ha intentado responder con políticas progresistas: la Ley de Trabajadoras Domésticas, programas de salud reproductiva sin importar estatus migratorio, y protecciones contra la violencia doméstica. Sin embargo, estas medidas, aunque necesarias, operan como parches en un sistema que no reconoce las intersecciones fundamentales entre género, migración y clase social.

Liderazgo Invisible y Resistencia Cotidiana

En los campos del Valle Central, Esperanza organiza a las trabajadoras agrícolas para exigir baños limpios y descansos para amamantar. Su liderazgo no aparece en los titulares, pero transforma realidades concretas. Las mujeres inmigrantes en California han sido arquitectas silenciosas de cambios sociales fundamentales: desde la organización sindical hasta la defensa de derechos educativos, pasando por la creación de redes de apoyo comunitario.
Este liderazgo emerge desde las intersecciones: ser mujer, inmigrante, trabajadora, madre, a menudo indocumentada. No es liderazgo a pesar de estas identidades, sino precisamente por la comprensión profunda que surge de habitarlas simultáneamente.

Nuevas Generaciones, Nuevos Desafíos

Las hijas de inmigrantes en California enfrentan sus propias intersecciones. Alejandra estudia ingeniería en UC Berkeley mientras traduce documentos legales para su madre y negocia entre las expectativas familiares tradicionales y sus aspiraciones profesionales. Representa una generación que hereda tanto las oportunidades como las tensiones de la experiencia migratoria femenina.
Estas jóvenes están redefiniendo lo que significa ser mujer, latina e inmigrante en California. Sus voces emergen en movimientos estudiantiles, organizaciones comunitarias y espacios digitales, creando narrativas que desafían tanto el machismo tradicional como el feminismo mainstream que no reconoce sus realidades específicas.

La urgencia de Políticas con Perspectiva de Género

California tiene la oportunidad de liderar un enfoque verdaderamente interseccional en políticas migratorias. Esto significa reconocer que las mujeres inmigrantes no son simplemente “beneficiarias” pasivas de programas sociales, sino agentes activas de transformación social.
Necesitamos políticas que reconozcan el trabajo de cuidados como económicamente valioso, que protejan específicamente contra la violencia de género independientemente del estatus migratorio, y que creen vías legales de migración que no separen familias. Significa también reconocer el liderazgo femenino inmigrante y crear espacios institucionales para su participación política.
La California del futuro se construye también desde estas intersecciones, desde estas mujeres que cruzan fronteras no solo geográficas, sino simbólicas, creando nuevos espacios de pertenencia y transformación social. Reconocer y valorar estas contribuciones no es solo un imperativo de justicia, sino una inversión en el futuro colectivo del estado.


INTERSECCIONES EN CLAVE DE GÉNERO es una columna  que analiza la realidad social desde perspectivas feministas interseccionales, buscando visibilizar experiencias diversas y promover debates constructivos sobre justicia de género.