La nueva película de Tyler Perry, Harta (Straw), se ha convertido en uno de los estrenos más impactantes y vistos de Netflix en los últimos días. Con una historia desgarradora, este thriller social protagonizado por la nominada al Oscar Taraji P. Henson (Hidden Figures, Abbott Elementary), aborda las duras realidades a las que se enfrentan muchas mujeres —y hombres— en su lucha por proteger a sus hijos y ofrecerles una vida digna, incluso cuando el sistema parece estar en su contra.
Harta sigue a Janiyah, una madre soltera cuya vida entra en una espiral de caos cuando su hija, que sufre convulsiones y requiere atención médica constante, es retirada de su cuidado por la agencia de protección infantil. Acusada erróneamente de maltrato y enfrentando problemas económicos graves, Janiyah intenta explicar que los moretones de su hija fueron producto de una caída, pero nadie escucha. A partir de ahí, su mundo colapsa: enfrenta racismo, pobreza, un robo frustrado y una falsa acusación que complica aún más su situación.
La desesperación lleva a Janiyah al límite. Perry construye una narrativa intensa y dolorosa, donde la ansiedad, el miedo y la frustración desembocan en un acto de violencia que parece ser su única salida. El final, tan duro como revelador, muestra a madre e hija como víctimas de un sistema roto que jamás les dio una oportunidad real.
Aunque no está basada en hechos reales, Harta toma inspiración de diversas realidades sociales. Perry escribió la historia tras escuchar la canción 20 Dollars de Angie Stone, sobre una madre desesperada por alimentar a su bebé, y se inspiró también en su propia experiencia de vida. El director explica que la cinta busca rendir homenaje a las millones de personas —especialmente madres solteras— que luchan incansablemente por salir adelante.
Según Perry, Harta representa a “tres tipos diferentes de mujeres negras, que son todas la misma mujer, enfrentando distintas trayectorias sociales, pero unidas por su capacidad de empatía”. La cinta es un espejo poderoso de la desigualdad, la indiferencia institucional y la fuerza interior de quienes no se rinden, incluso cuando todo parece perdido.